tag:blogger.com,1999:blog-33742889632094256532024-03-16T13:52:08.141-05:00ITINERARIUM MENTISEn la escuela de santo Tomás de AquinoUnknownnoreply@blogger.comBlogger944125tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-7697805779910209362024-01-08T16:08:00.005-05:002024-01-08T16:08:30.013-05:00La "Suma de teología", edición bilingüe en 16 tomos. Un tesoro.<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Después de un largo periodo de tiempo sin publicar nada, retomamos este 2024 con este inmejorable regalo; se trata de la edición bilingüe de la "<a href="https://mega.nz/folder/LVhm1D4Y#NMTCA8Yezu4wDB6ojrGi6Q" target="_blank">Summa</a>", de la editorial BAC, en 16 tomos. Una verdadera joya.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://mega.nz/folder/LVhm1D4Y#NMTCA8Yezu4wDB6ojrGi6Q" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" data-original-height="522" data-original-width="802" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5vqNyguwgUJ2JUL3_W982vc1CB636wTRRoymzQQqM6IgwKYZw_inFmCRypsGuLIFYFX1r1n6fBG3RV0dLq-WNKZ0txAu-mZm4429zRlgKtqIfpt2rvRU4jhdjRSvPECls2c41n0qMFNnyrwbW_se6sJpXUI-RGQH2sW_VsdAzqS_p_R8DUNdqK3fmFNE/w400-h260/SUMMA.png" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">(CLIC en la imagen)</div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-25876312416719906462023-06-21T09:53:00.003-05:002023-06-21T09:53:16.919-05:00La importancia del lenguaje<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">No es este, en realidad, un artículo para disertar a favor del correcto uso del lenguaje, de esos abundan y escritos por gente mucho más autorizada que yo. Más bien es un desahogo, quizá excesivamente personal, un desahogo ante una realidad que por momentos agobia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Desde pequeños se nos dijo que las palabras eran un maravilloso instrumento creado por la razón humana para nombrar la realidad, expresarla, comunicarla, aprehenderla, estudiarla y decirla. Tiempo después, al estudiar la lógica, aprendimos que los conceptos con que expresamos la realidad, tienen dos características muy interesantes, la comprensión y la extensión. La comprensión abarca el conjunto de determinaciones que el concepto nos da a conocer sobre la cosa, y la extensión es el conjunto de cosas de las cuales dicho concepto se puede predicar. Por ejemplo, el concepto americano, su comprensión sería hombre nacido en América. Mientras que su extensión serían todos los hombres de los cuales pudiera decirse que son, efectivamente, americanos. Algo interesante de esas dos características es que se relacionan en forma inversamente proporcional, es decir, a mayor comprensión, menor extensión, y viceversa. 'Colombiano' es un concepto que le agrega al de americano el haber además nacido en suelo colombiano, tiene por tanto mayor comprensión, pero por eso mismo menor extensión, pues hay menos colombianos que americanos, evidentemente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿Y qué tiene que ver esto con el lenguaje o con la sensación de agobio de la que hablaba más arriba? Todo. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Presenciamos actualmente una transformación gigantesca en las estructuras sociales, sobre todo en lo que tiene que ver con nuestra manera de entender ciertas realidades fundamentales, tan es así que hoy en ciertos círculos sociales y políticos se quiere renunciar a saber lo que es una mujer o un hombre. Se quiere, digo, porque no es un movimiento natural el no querer saber algo, al contrario, y como decía el viejo Aristóteles, todo hombre desea por naturaleza saber. Entonces, ¿por qué quieren no saber? No es tanto que quieran no saber, sino que fingen no saber, o más bien, dicen que dar una definición de validez universal sobre lo que son la mujer y el hombre es imposible, pues ser mujer o hombre es una "experiencia" (sic). ¿Cómo así? Pues que si tú te "sientes" mujer es porque lo eres, y punto. Poco importa tu cromosoma 'Y', tu barba, tu manzana de Adán y...por supuesto, tu pene. Esos son detalles menores, pues lo relevante es lo que "sientes".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Estamos entonces ante el vaciamiento de los conceptos de hombre y mujer, lo que implica su desaparición, ¿por qué? Porque las cosas se cargan de presencia social en la medida en que son nombradas y dicho nombre remite a una realidad. Pero si se nos dice que tal nombre no refiere a nada más que a experiencias y sentires subjetivos, pues eso es, ni más ni menos, la desaparición del concepto y de la cosa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Lo mismo podríamos decir acerca de los conceptos de verdad, libertad, amor, etc. Y tanto más grave es esta operación de revuelta semántica, cuanto más relevante sea el concepto involucrado, pues si de lo que se trata es de cambiar el sentido al término "maíz", estaremos de acuerdo en que sería molesto y engorroso, pero poco más. Pero si se trata de los conceptos de amor, libertad, verdad, hombre, mujer, familia, etc., no estamos simplemente ante algo engorroso y ya, sino ante una verdadera revolución de alcances sociales incalculables.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Decía el gran Nicolás Gómez Dávila, que hay épocas en que la inteligencia humana debe consagrarse ante todo a restaurar definiciones, y sin duda la nuestra es una de esas épocas; lo que está en juego no es poco, sino que es lo fundamental de la manera occidental y cristiana de entender la vida, el hombre y la sociedad.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿No estaremos exagerando al decir que la revolución semántica conlleva la desaparición de la cosa referida por el concepto? No lo creemos, porque si un hombre puede decir que es mujer, entonces, ¿qué es ser mujer? Si cualquiera puede ser mujer entonces es porque ser mujer no significa nada concreto: comprensión y extensión, el concepto de mayor extensión será al mismo tiempo el de menor comprensión.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La tarea entonces en esta época será, como decía Gómez Dávila, restaurar definiciones, y ante el tsunami de guerra semántica que se nos vino encima, esforzarnos por sostener el sentido real de los términos, único antídoto ante la demencia lingüística en la que algunos nos quisieran ver sometidos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco </span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-34738050649005524882023-06-15T12:45:00.005-05:002023-06-15T12:46:48.178-05:00¿Es eterno el castigo del infierno? ¿Por qué?<p style="text-align: center;"> </p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La ‘Suma contra los gentiles’ es
un tesoro inestimable de doctrina, tristemente poco conocido. Suele ocurrir que
los interesados en el pensamiento de santo Tomás se concentran casi que
exclusivamente en la gran “<i>Summa Theologiae</i>”, y no les falta razón, pues
es su obra de madurez. Pero el aquinate escribió muchas otras obras en las cuales
también sacó a relucir su inmenso genio y nos legó un tesoro doctrinal de
enorme importancia. Tal es el caso de la “<i>Contra gentes</i>”, escrita solo
un par de años antes de iniciar su otra gran ‘<i>Summa’</i>. Está dividida en
cuatro libros, divididos a su vez en capítulos. En el capítulo 144 del libro
tercero santo Tomás se pregunta por la eternidad de la pena o castigo debido al
pecado mortal. Tema que despierta gran interés, pues a primera vista podría
parecer desmedido un castigo eterno por un acto llevado a cabo en el tiempo e
incluso en cuestión de minutos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Recuerdo hace muchos años una conversación
con un familiar, me decía que le parecía absurdo pensar en la existencia de un
infierno eterno, siendo que un pecado era algo que se realizaba en cuestión de
minutos. En esa época no tuve yo mucho qué responderle, tendría unos 17 años. Y
ciertamente parece desproporcionado. Por ejemplo, un pensamiento impuro, es
algo que ciertamente puede ocurrir en cuestión de segundos… y, a pesar de su duración,
es merecedor de un infierno que es eterno. Parece difícil de aceptar algo así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Entonces en este capítulo 144
santo Tomás desarrolla algunas reflexiones sobre este tema, que permiten
vislumbrar el motivo de todo esto y entender, al menos en parte, el porqué de
la eternidad del castigo. Veremos algunas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El primer argumento o reflexión que
desarrolla santo Tomás es muy interesante. Se basa en el concepto de ‘privación’.
La privación es un concepto usado en filosofía y que se refiere al hecho de que
algo que una cosa por naturaleza debía poseer, le falte. Entonces por ejemplo
la ceguera En el hombre es cierta privación, porque ciertamente la facultad de
ver es propia de la naturaleza del hombre, y si por alguna razón carece de
ella, se dice que está privado de la visión. Distinto es la facultad de volar,
que no es propia de la naturaleza humana. Que el hombre no vuele no es en él
una privación, pues de hecho no tiene por qué hacerlo, atendiendo a su
naturaleza propia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Ahora bien, unos capítulos atrás
santo Tomás demostró que la eterna bienaventuranza del hombre, o sea el fin
último del hombre, que es la visión de Dios, es algo que no puede darse en esta
vida. O sea, que no es propio de la naturaleza humana alcanzar en esta vida
terrena la eterna felicidad que es consecuencia de la visión de la divina
esencia, eso solo puede ser propio del cielo, o solo puede darse en el cielo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Lo anterior viene a significar que
no poseer la eterna bienaventuranza no es algo que pueda representar una privación
en esta vida, pues no es propia de esta vida, sino que hay que decir que la
pérdida de la bienaventuranza solo puede considerarse privación en la otra
vida, después de la muerte. O, en otras palabras, no es castigo no poseer le
eterna felicidad en esta vida, pues no es propia de esta vida. Pero no poseerla
después de la muerte, sí tiene razón de privación y castigo, pues allí sí que
podía el hombre llegar a poseerla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Pero resulta que después de esta
vida el hombre no está en condiciones de hacer algo para obtener o para perder
la eterna bienaventuranza (merecer), pues se encuentra en estado de separación
respecto del cuerpo, y requiere de este para actuar de acuerdo a su naturaleza
propia y plena. Por lo tanto, si en el momento de la muerte el alma se encuentra
dispuesta de tal manera que su voluntad está apartada del fin último por su
inclinación desordenada a las criaturas, después de la muerte dicha inclinación
no cambia, ni puede cambiar, pues para ello necesitaría el alma unirse de nuevo
al cuerpo, para poder llevar a cabo actos meritorios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Luego presenta santo Tomás este
otro argumento. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">“<i>Apud divinum iudicium voluntas
pro facto computatur</i>”, ante el juicio de Dios, el querer se computa por el
hecho; es decir, ante la mirada de Dios, que ve lo interior, el querer obrar
mal es similar a haberlo hecho efectivamente. Y santo Tomás nos va a decir que
aquél que, rechazando el bien infinito de la eterna bienaventuranza, prefiere
ir tras del bien creado y finito pecando, da con eso señal clara de que, si
tuviera la oportunidad de elegir entre ese gozo finito, pero gozado por toda la
eternidad, y el gozo de la eterna bienaventuranza, hubiera seguramente elegido
el primero. Lo cual, según el principio puesto arriba, nos dice que el castigo
ha de ser proporcionado al querer, y debe entonces ser interminable, pues de
manera interminable hubiera deseado el pecador poder poseer el objeto de su
pecado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Con otras palabras: el pecador
cuando peca realiza una elección, en vez de elegir el bien de la bienaventuranza
eterna, escoge el bien finito del placer pasajero. Lo cual indica que, si se le
presentara la posibilidad de gozar eternamente de ese bien pasajero, con más
razón lo elegiría aún, puesto que, aunque finito lo antepuso a la eterna felicidad
junto a Dios. Por ende, es justo que quien así eligió, reciba una pena
proporcionada a su querer y este eternamente privado de aquél bien que osó
rechazar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Y finalmente pone santo Tomás
otra reflexión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Dice que es costumbre creer que
las penas civiles son puestas para corrección de los vicios de los hombres, por
donde muchos han creído que la pena del infierno debe ser temporal puesto que
tendría ese carácter purgativo o correctivo meramente, como ocurre con el
delincuente que es condenado a cierto número de años en la cárcel, para su
enmienda personal. Santo Tomás responde que es correcto pensar que las penas en
la sociedad humana son impuestas para enmienda de los vicios, pero ello no
implica que todas las penas deban ser temporales, pues ocurre, por ejemplo, que
se aplica la pena de muerte en algunos casos de particular gravedad, y esa pena
no tiene nada de temporal, sino que es bastante definitiva. Y en ese caso la
enmienda que se busca no es la del castigado, sino más bien la del resto de la
sociedad, en cuanto se busca persuadir a los malos de no cometer esa clase de
crímenes, movidos por lo terrible del castigo. Entonces la pena eterna del
infierno, aunque no es realizada para enmienda del propio pecador así castigado,
sí es impuesta para enseñanza de la sociedad cristiana, para que, meditando en
la gravedad de la pena, se aparte de cometer los pecados que a ella conducen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Así concluye santo Tomás el
capítulo 144.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Son tres reflexiones que nos
pueden ayudar a profundizar en el misterio del infierno y de la pena eterna debida
al pecado mortal, incluso a un solo pecado mortal. Cosa que puede parecer
desproprocionada, pero vista a la luz de la fe, resulta enteramente justa y en
coherencia con el propio querer del pecador. Porque lo que aquí nos está
diciendo santo Tomás es que, en el fondo, el pecador recibe lo que quería
recibir, pues eligió apartarse del bien eterno y eso recibe, el apartamiento
eterno del bien.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-6012756797741192352023-05-29T10:34:00.002-05:002023-05-29T10:34:37.303-05:00La filosofía de la naturaleza como puerta de entrada a la filosofía <p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En el breve curso de introducción al pensamiento de santo Tomás de
Aquino que estamos tratando de llevar adelante por medio de YouTube, estamos ya
hace un tiempo en los terrenos de la física o filosofía de la naturaleza.
Lamentablemente nuestras ocupaciones nos han dificultado publicar con la
regularidad que quisiéramos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Luego de presentar en términos generales la biografía del propio Tomás
de Aquino, dimos una mirada a sus obras, deteniéndonos particularmente en las
dos mayores: la Suma de teología y la Suma contra los gentiles. En seguida le
hincamos el diente a la lógica, repasando las tres operaciones de la
inteligencia: simple aprehensión, juicio y raciocinio. Pertrechados ya con ese
bagaje lógico, dimos un paso adelante e iniciamos con la exposición de la
filosofía de la naturaleza, verdadera puerta de entrada a la filosofía
propiamente dicha. Y aquí conviene hacer una aclaración.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Cuando alguien se interesa en la filosofía, puede ocurrir que ingrese a
su territorio por diversos caminos. Por ejemplo, puede ser que se ponga a
estudiar historia de la filosofía. Puede ocurrir también que le llamen la
atención los altos problemas de la metafísica o los intrincados asuntos que
aborda la filosofía del conocimiento. O si es psicólogo, como este servidor, se
interesará por leer el pensamiento antropológico de Tomás. También puede
ocurrir, como de hecho me sucedió al comienzo, que el tema que le apasione sean
los problemas de la lógica. De manera que podemos encontrar muchas puertas para
ingresar al territorio filosófico. Pero solo hay una Puerta, así, con ‘P’
mayúscula, y es la filosofía de la naturaleza, ¿por qué es esto así?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La filosofía de santo Tomás de Aquino (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">aclarando que Tomás no fue filósofo, sino teólogo, solo que un teólogo
que usó con excelencia las herramientas filosóficas</i>), como continuadora del
pensamiento aristotélico, es una filosofía profundamente realista, es decir,
parte de la humilde aceptación/constatación de la existencia de lo real
extra-mental; y a partir de allí busca investigar las causas primeras de todo
lo existente. De tal manera que este realismo fundamental es como el sello
distintivo de su pensamiento. Entonces mal haríamos su quisiéramos estudiar su
pensamiento comenzando por las alturas metafísicas o epistemológicas, porque
esas alturas suponen el dominio suficiente de todo un universo conceptual
técnico, que encuentra su base y raíz, en los hallazgos primeros de la
inteligencia en el estudio de la filosofía de la naturaleza, ¿por qué? Porque
la filosofía de la naturaleza es aquella parte de la filosofía en la que
nuestra inteligencia se encuentra de frente con la realidad y hace sus primeros
análisis, saca sus primeras conclusiones y asienta sus primeros principios. Arrancar
por allí garantiza que los conceptos que más adelante serán utilizados cada vez
con mayor profundidad en asuntos metafísicos, tienen de base un contacto con lo
real y de allí han sido tomados. De lo contrario, se correrá siempre el riesgo
de construir hermosos castillos metafísicos, quizá aparentemente muy profundos
y sólidos, pero que carecen de base y se componen de conceptos cuyo contenido
ontológico no va más allá de las elucubraciones subjetivas del pensador de
turno. Idealismos varios.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Y de hecho sucede muy a menudo que toma uno un libro de “metafísica”,
escrito por alguno de esos autores que jamás hicieron la escuela de la
filosofía de la naturaleza, y nota uno cómo se pierden en elucubraciones casi
fantasiosas sobre la existencia, o sobre el ser, o nociones tales. No definen
los términos que usan, o si lo hacen, dichas definiciones son sacadas de la
sola imaginación calenturienta del "filósofo".<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Muy distinta es la historia cuando el filósofo ha comenzado su andadura
por el humilde territorio de las realidades naturales o físicas, y ha
desarrollado como corresponde, una filosofía natural, es decir, una
profundización en las causas últimas del universo mutable que nos rodea.
Afianzado en el aparato conceptual así adquirido y pulido, el filósofo puede
luego penetrar en los terrenos de la psicología, de la ética, de la metafísica,
de la teología natural, con la seguridad que da el haber, desde el comienzo,
construido sobre terreno sólido.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;">De ahí que convenga mucho iniciar humildemente por el análisis filosófico
del mundo natural. En comparación con los altos asuntos de la metafísica puede
parecer un terreno “simple”, poco “elevado”. Pero, en realidad se trata de la
puerta de entrada a la filosofía, la única manera de garantizar una filosofía
realista, afincada en lo real y que se construye desde lo real.</span><span style="font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez V.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span></span></p><br /><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-69114946967034200192023-03-21T07:15:00.006-05:002023-03-21T07:15:21.131-05:00Acerca de los manuales tomistas<p><span style="font-size: large;">Es reconfortante ver cómo día a día aumenta el interés por conocer el la obra de santo Tomás de Aquino, el máximo teólogo de la iglesia católica, cuyo pensamiento está hoy tan vivo como cuando él redactó sus escritos hace ocho siglos.</span></p><p><span style="font-size: large;">Pero, a pesar de ver como algo completamente positivo ese interés por el aquinate, surge también la preocupación por el modo en que muchos se acercan a santo Tomás, es decir, ¿qué santo Tomás es el que van a conocer? Porque efectivamente aunque santo Tomás es uno solo, se pueden tener de su obra diversas imágenes según que uno se aproxime a él por uno u otro camino. Me explico.</span></p><p><span style="font-size: large;">A lo largo de los siglos nunca han faltado discípulos del de Aquino, ya en vida del propio Tomás los tuvo en gran cantidad, así como también tuvo enemigos de su pensamiento, que lo combatieron ya desde el principio. Pero amigos tuvo, ha tenido, tiene y seguirá teniendo, santo Tomás es un caso único, ya que ningún otro pensador puede gloriarse de que a pesar del paso del tiempo, cada nueva generación trae consigo un sinnúmero de interesados en continuar con su herencia teológica y filosófica. ¿Cuántos filósofos pueden decir hoy, pleno 2023, que cuentan con un nutrido número de seguidores, en todas las latitudes y en todas las lenguas conocidas?</span></p><p><span style="font-size: large;">Pero surge entonces, decíamos, el peligro de aproximarse a un Tomás modificado, alterado, un poco enrarecido. Y es que en ocho siglos mucha tinta ha corrido sobre la herencia intelectual del santo, cientos y quizá miles de manuales se han escrito, para uso universitario y también para nivel de bachillerato. Así como tratados profundos y sistemáticos que presentan el pensamiento de santo Tomás en forma estructurada, algunos se han hecho clásicos.</span></p><p><span style="font-size: large;">¿Leer esos manuales equivale a leer a santo Tomás? Sí y no. Sí, en cuanto a la intención de esos autores, indudablemente bienintencionados. No, en cuanto a que casi siempre, por no decir siempre, en algo se apartan de Tomás, en la interpretación de alguna idea, en la definición de un concepto, en la argumentación de algún punto, en la inclusión de algo que no está de suyo en la obra del propio Tomás, o en la eliminación de algo que sí está, etc. Es sencillo, al tomar uno, dos o tres de estos manuales, ver cómo incluso difieren no pocas veces entre ellos en ciertas definiciones o divisiones de conceptos claves.</span></p><p><span style="font-size: large;">¿Qué hacer entonces? IR A TOMÁS, tan sencillo como eso y tan arriesgado como eso. Sencillo porque los escritos de Tomás están todos en Internet, traducidos a los principales idiomas para el que no puede leer latín. Pero decimos arriesgado porque no se trata solo de tomar el texto de Tomás, leerlo y como por arte de magia comenzar a entenderlo y asimilarlo. No. En realidad se requiere un bagaje conceptual que no es poco, ni fácil. Requiere esfuerzo, constancia, disciplina y mucha paciencia. De ahí que resulte mucho más fácil el manual, porque este ha sido hecho con intención pedagógica, pensando en los principiantes, y llevando al lector como de la mano y poco a poco. Pero que algo sea fácil no implica que sea lo mejor.</span></p><p><span style="font-size: large;">Lo recomendable sería alternar la lectura del texto directo de Tomás, con el apoyo de los mejores manuales sobre todo para aclarar definiciones y divisiones de conceptos, cosa clave en escolástica. Pero dando siempre la primacía a Tomás mismo, algo así como un 80/20, por decirlo de alguna manera.</span></p><p><span style="font-size: large;">¿Manuales sí o manuales no? Sí, siempre y cuando se usen en su justa medida y jamás reemplazando al propio Tomás, en ese caso se correría el inmenso riesgo de quizá nunca conocer el pensamiento del santo, sino la versión un poco alterada en algún punto, de uno de sus bienintencionados discípulos.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco</span></p><p style="text-align: right;"><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-61608628107772709152023-02-28T09:52:00.000-05:002023-02-28T09:52:03.303-05:00Nuevo libro: filosofía del hombre<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL4Gfs7Daoa7_jd3PGkbw_EOaUbcMt9gx5qVsWGyjBKwVFgjeDGG7x1XnYHicgndjA8w0YCh9I4LDT9X4ZsKCHMfIl0mVuhTDWjGew931YALcm8dz1jyAc5OPvhA2fX38K-pJxLtnzOgXtMWUqi0E58deXl5R1wuJwaXS6kKQCrXp91pH1EtBwlq9Q/s5352/portada%201.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2598" data-original-width="5352" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL4Gfs7Daoa7_jd3PGkbw_EOaUbcMt9gx5qVsWGyjBKwVFgjeDGG7x1XnYHicgndjA8w0YCh9I4LDT9X4ZsKCHMfIl0mVuhTDWjGew931YALcm8dz1jyAc5OPvhA2fX38K-pJxLtnzOgXtMWUqi0E58deXl5R1wuJwaXS6kKQCrXp91pH1EtBwlq9Q/w640-h310/portada%201.png" width="640" /></a></div><br /><p></p><p><span style="font-size: large;">Con el favor de Dios hemos terminado un nuevo libro, se trata de una exposición del "Tratado sobre el hombre" de la Summa theologiae, es decir, las quince cuestiones que van de la 75 a la 89, de la primera parte de la <i>Summa</i>.</span></p><p><span style="font-size: large;">Nuestro objetivo ha sido presentar en forma sencilla el contenido de dichas cuestiones, pues allí santo Tomás nos expuso la médula de su pensamiento antropológico, su visión acerca de la naturaleza humana.</span></p><p><span style="font-size: large;">Por ahora el libro estará disponible bajo demanda a través del link que les dejo abajo. Agradezco el apoyo, Dios les bendiga.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">https://www.autoreseditores.com/libro/22454/edwin-leonardo-rodriguez-velasco/fundamentos-tomistas-para-una-filosofia-del-hombre.html</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez V.</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-82703164326134005072023-02-28T09:47:00.005-05:002023-02-28T09:47:53.373-05:00Curso de física del padre Calderón...continuación<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Como parte del <b><i>breve curso de introducción al pensamiento tomista</i></b> que estamos llevando a cabo por medio de un canal de YouTube desde hace ya varios meses, dimos inicio al comentario de un texto del padre Álvaro Calderón, fsspx, dedicado a la física o filosofía de la naturaleza. En el canal se subieron cinco videos cortos con ese objetivo, pero aún queda bastante tema por abordar; sin embargo, dado que recientemente hemos terminado un libro en donde presentamos la antropología tomista, tomando como base las cuestiones 75-89 de la <i>prima pars</i> de la <i>Summa</i>, hemos decidido exponer lo restante del libro del padre Calderón en sucesivos artículos aquí en este blog, y saltar en el canal de YouTube directamente a la antropología o filosofía del hombre, que es una parte de la filosofía que sigue naturalmente a la filosofía de la naturaleza. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Lo hacemos así porque queremos aprovechar lo reciente del libro que hemos publicado y continuar el hilo que traíamos exponiendo el libro del padre nos llevaría aún unas buenas semanas.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-13430670403637489862022-11-10T18:36:00.002-05:002022-11-10T18:36:06.956-05:00Por un tomismo tomista<p><span style="font-size: large;">Suele suceder que aquel que se encuentra con santo Tomás de
Aquino, ya no lo abandona más. Encontrarlo, es decir, encontrar sus obras,
conocer su vida, adentrarse en las profundidades de su pensamiento filosófico y
teológico (<i>fue ante todo y sobre todo un teólogo, pero sabía bien que la
teología, ciencia de Dios y de todas las cosas en su relación con Dios, debe
construirse sobre la más sólida base filosófica</i>), es hallarse sumergido en
un universo conceptual de tal riqueza, de tal amplitud, de tal verdad, que
difícilmente se puede hacer a un lado y continuar la búsqueda, pues se percibe
haber llegado ya a puerto seguro. La inteligencia descansa con serenidad en las
páginas de su <i>Summa theologiae</i>.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Pero suele suceder también, por desgracia, que muchos se
quedan con una versión, como si dijéramos, <i>light</i> del tomismo, un tomismo
<i>fast food</i>, en expresión gráfica del querido padre Álvaro Calderón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¿Qué queremos decir? Queremos decir con ello que el
pensamiento de santo Tomás de Aquino es exigente, arduo, profundo y requiere
una sólida disciplina de la inteligencia: estudio, reflexión, apuntes,
relecturas, maduración… Y después de todo ello sucede que nos vemos aún apenas comenzando,
siempre discípulos, descubriendo en cada nueva lectura matices de los cuales no
nos habíamos percatado antes, o perspectivas nuevas que se abren y dan más luz a
temas que creíamos ya asimilados. Nunca se deja de ser tomista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Quizá esa es una de las diferencias más notables con lo que
se ha denominado “filosofía” moderna, que en ella todos han querido ser
maestros, nadie ha querido ser discípulo, y ello ha conllevado una multiplicación
casi ‘<i>ad infinitum</i>’, de escuelas, corrientes, posturas, alternativas… La
disolución de la inteligencia so capa de pluralidad y apertura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Ante el panorama desolador del perspectivismo de los modernos,
donde la verdad desaparece al ser reemplazada por posturas y opiniones, contradictorias
entre sí y nunca seguras de haber arribado a nada seguro; el tomismo es un faro
firme que indica al navegante los escollos a evitar y el rumbo inequívoco que
debe seguir para llegar a puerto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Pero ocurre entonces que al tomista principiante le sale al
paso una tentación contra la cual debe luchar si es que quiere en verdad ingresar
en el castillo del pensamiento tomista y recorrer con fruto todas sus habitaciones
y pasillos, repletos de tesoros admirables: la tentación de quedarse con un mero
barniz de doctrina e instalarse en un tomismo NO tomista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Para decirlo en palabras sencillas, es posible memorizar en
pocos minutos el significado de una serie de términos y con ello creerse ya
tomista consumado. Uno puede tomar un diccionario de filosofía, o incluso algún
vocabulario sacado de un autor tomista y darse a la tarea de memorizar palabras
como: acto, potencia, forma, materia, substancia, accidente, esencia, ser,
causa formal, causa eficiente, causa material, causa final, etc. Y terminada la
labor de memorización ir por la vida hilando discursos con base en dichos
conceptos y con ello considerarse en posesión del tomismo más acendrado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¡Grave ilusión! ¡Gravísimo error!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Quienes así proceden se privan a sí mismos de gustar el
verdadero tomismo, ese que nace como fruto de la asidua familiaridad con los
textos del maestro, de la permanente meditación de sus argumentos, de la
juiciosa reflexión de sus respuestas y del esfuerzo por penetrar cada vez más y
mejor en el trasfondo metafísico último de sus posturas más características.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Pero entendemos que todo ello conlleva tiempo, dedicación,
esfuerzo, disciplina, tesón, y no todo el mundo, incluso entre los interesados,
está dispuesto a ello o tiene las condiciones para ello o el tiempo,
humanamente hablando, para hacerlo como corresponde. Se cae así en un tomismo <i>light</i>,
que está lejos del tomismo real, del tomismo tomista que debiera ser el ideal
del seguidor de Tomás de Aquino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Por poner un ejemplo concreto de lo que venimos diciendo, el
orden en que deben ser estudiadas las disciplinas es el siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Lógica<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Filosofía de la naturaleza (y psicología)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Metafísica (y ética)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Y en la cumbre de la metafísica… La teología
natural, Dios contemplado como acto puro y causa eficiente primera de todo
cuanto existe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Se trata ciertamente de un recorrido amplio y exigente, que
no se hace en un par de semanas, ni siquiera en un par de meses y posiblemente
tampoco en un par de años. Algunos se han aventurado incluso a decir que serían
necesarios unos diez años de estudio, otros han dicho veinte, otros incluso más…
Para poder madurar de forma conveniente toda la riqueza contenida en la obra
tomista. Ello llevaría a un tomismo <i>tomista</i>, no tan solo a un tomismo <i>light</i>
de conceptos aprendidos de memoria para hilar bonitos discursos de apariencia
escolástica. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Por donde se ve lo errados que van aquellos que andan por el
mundo con apariencia de tomistas y creyendo que por hablar de la forma y la
materia ya son consumados discípulos del angélico doctor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¿Cuál es la invitación? La invitación no puede ser otra que
la de empezar cuanto antes nuestra formación intelectual, las circunstancias actuales
lo requieren, lo exigen, pues los falsos doctores pululan y los lobos con piel
de oveja causan estragos en el rebaño, confundiendo, engañando y devorando a
los desprevenidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Si sientes la vocación por el trabajo intelectual y deseas
acercarte al doctor de Aquino en busca de una sólida formación católica, teológica,
filosófica y verdaderamente humanista, debes comenzar ya, el trabajo es mucho y
los obreros pocos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¡Ánimo! Dios sabrá recompensar con creces tu dedicación y
con seguridad el hermano Tomás acompañará desde el cielo tus empeños y te
alcanzará de Dios nuestro señor, por mediación de la santísima virgen María,
sede de la sabiduría, la gracia de progresar en el estudio y ser luz en medio
de una sociedad cada vez más sumergida en las tinieblas del engaño y el vicio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez
Velasco</span></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-77501126327931451832022-09-24T07:25:00.003-05:002022-09-24T07:25:27.321-05:00Santoral, en renovada versión digital. (Amabilidad de un lector del blog)<p> Es para mí un gusto poder compartir aquí con ustedes un nuevo y valiosísimo aporte del amable lector que ya en otras oportunidades nos ha regalado el fruto de sus esfuerzos. Resulta que desde hace ya un buen tiempo ha venido en forma desinteresada renovando en formato digital algunos tesoros de la literatura católica, y en esta ocasión nos obsequia nada más y nada menos que el famoso santoral de la Editorial Luis Vives, el célebre santoral "Edelvives". Ya hace unos años compartimos aquí este santoral en la versión escaneada que corre por Internet, pero lo que ahora se les ofrece es una versión actualizada, impecable. </p><p>Son 7 tomos, incluyendo uno de fiestas especiales del año litúrgico. Sin duda una verdadera joya y un trabajo impecable.</p><p>Dios se lo recompensará.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi6FkTPl7aXDhwSlQYS7meja27p6-vfTcJHHpdgwhkJJB-jT8FWjJEcP9QDwg2Zi7atfB-TaJFZ9f_CcfSEObzbZoMR9GO2BDZ1t9b7XSvaJYgs80621Fk0roBp0QXEf1uxJgr11rV-XuTrsX4KusMctBGiU0wFSUNGqNQmiggpffwpo08GUwlR0qV7" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="400" data-original-width="332" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi6FkTPl7aXDhwSlQYS7meja27p6-vfTcJHHpdgwhkJJB-jT8FWjJEcP9QDwg2Zi7atfB-TaJFZ9f_CcfSEObzbZoMR9GO2BDZ1t9b7XSvaJYgs80621Fk0roBp0QXEf1uxJgr11rV-XuTrsX4KusMctBGiU0wFSUNGqNQmiggpffwpo08GUwlR0qV7=w265-h320" width="265" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 1: ENERO - FEBRERO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/yE53VYbZ#daXUSL5j3BrDq-F1hD4NWEEivtyqH5qdjZ9ZdywAO2Q">https://mega.nz/file/yE53VYbZ#daXUSL5j3BrDq-F1hD4NWEEivtyqH5qdjZ9ZdywAO2Q</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 2: MARZO - ABRIL</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/aN5DlACC#OcVJYgnS8oC_YttFI-DpwsmYvtBBDxfMzi-iML6idsI">https://mega.nz/file/aN5DlACC#OcVJYgnS8oC_YttFI-DpwsmYvtBBDxfMzi-iML6idsI</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 3: MAYO - JUNIO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/HBhjXQKA#otSk7rc5JSLal-ET1vxyGOxAY-djNdfF6BBgzHcGcwY">https://mega.nz/file/HBhjXQKA#otSk7rc5JSLal-ET1vxyGOxAY-djNdfF6BBgzHcGcwY</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 4: JULIO - AGOSTO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/uApn2S4B#x30S-HPNm5BJxU8YyEqVUYJuliz3ZKepX0poV0MfCQE">https://mega.nz/file/uApn2S4B#x30S-HPNm5BJxU8YyEqVUYJuliz3ZKepX0poV0MfCQE</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 5: SEPTIEMBRE - OCTUBRE</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/aM4l2IiK#lA1AJ8S6mnnSDEcppspL3GnpgZhmnW1MuaO5l9S2YjI">https://mega.nz/file/aM4l2IiK#lA1AJ8S6mnnSDEcppspL3GnpgZhmnW1MuaO5l9S2YjI</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 6: NOVIEMBRE - DICIEMBRE</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/yEoTlSzB#9q_LDH8kZuorSWDqcOEj8k3f0JFB4s9YbueuQHmJ8x0">https://mega.nz/file/yEoTlSzB#9q_LDH8kZuorSWDqcOEj8k3f0JFB4s9YbueuQHmJ8x0</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Tomo 7: FESTIVIDADES DEL AÑO LITÚRGICO</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://mega.nz/file/HFgQHTrT#o60MIu90LdDLvYNEk2guopT4sMQk2rZwLc2tDz9sF7U">https://mega.nz/file/HFgQHTrT#o60MIu90LdDLvYNEk2guopT4sMQk2rZwLc2tDz9sF7U</a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><br /><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-6713791369717393262022-08-30T08:18:00.001-05:002022-08-30T08:18:09.198-05:00Sobre la obra del padre Álvaro Calderón<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="background: white; color: #0f1419; line-height: 107%;">Entre
los interesados en el pensamiento de santo Tomás de Aquino hoy día, son muy
pocos los que conocen, o más bien, tienen el privilegio de conocer, la obra del
padre Álvaro Calderón, sacerdote de la Fsspx, argentino, insigne hijo del
aquinate</span>, quien luego de algunas décadas enseñando varios de los
tratados de la 'Summa theologiae' a los seminaristas, y también la filosofía,
me atrevo a decir que ha alcanzado una profundidad tal en su comprensión del
tomismo, que lo ubica sin duda entre los mayores tomistas de la historia. </span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjANsVYYNuJF5JvuS050A6uIDwrUbN2uS1bByPv0OR0fvZCFOMaG7RkyoShvoKA8pJ6K1OZhWCLtXl7SS4Stl9jr0z-0f5jHb1WM0cplBgPYwJ3VLIjbEvAZLceWpLLuoh9HuINExYRl5qUCEfNVWc3CS05_igX8LIpEwjrfNDJ-qbBTUI95UVZQ1tH/s960/002_2_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjANsVYYNuJF5JvuS050A6uIDwrUbN2uS1bByPv0OR0fvZCFOMaG7RkyoShvoKA8pJ6K1OZhWCLtXl7SS4Stl9jr0z-0f5jHb1WM0cplBgPYwJ3VLIjbEvAZLceWpLLuoh9HuINExYRl5qUCEfNVWc3CS05_igX8LIpEwjrfNDJ-qbBTUI95UVZQ1tH/s320/002_2_0.jpg" width="240" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: x-large;">Se ha dedicado a ser discípulo
únicamente del aquinate, sin intermediarios, lo cual, luego de un paciente
trabajo de años, le ha permitido asimilar de tal manera la mente del de Aquino,
que se pasea por su obra captando lo esencial </span><span style="color: #0f1419; font-size: x-large;">con
una naturalidad que asombra.</span><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="color: #0f1419; line-height: 107%;">La obra escrita que está
produciendo quedará sin duda para la posteridad como un monumento de sapiencia,
de trabajo paciente, de obediencia al maestro común, de trabajo intelectual
arduo. Sus libros no tienen desperdicio, son una real joya</span>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="color: #0f1419; line-height: 107%;">Ha escrito una
introducción a la filosofía llamada "Umbrales de la filosofía", donde
de forma magistral penetra en el corazón mismo de la lógica, la filosofía de la
naturaleza y la metafísica. Pero no es que las desarrolle como hacen los
manuales comunes, sino que ante todo</span> nos pone en contacto con su
verdadera naturaleza, como interesado en que antes de hacer lógica sepamos de
qué estamos hablando, igual con la filosofía de la naturaleza y la metafísica.
Porque de nada sirve lanzarnos a hacer metafísica si antes no nos hemos
ejercitado en su ser.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfVR3seJ1ri5pQt43zBfo9u0JGnf-t41ZlH0VjPbEx2vPmXcEv5I68980_ZCWSbKstT75cwndCGBgBizf92XkJqcwlNIcs5uWBIqF2d2R-lNvX0LDApfUbmRmchz2G2utQi3AOzIDa80fVB2YomOb1fE4_mHbjwBxWXl6AwjnphrnQRdUgC_wIM8Ve/s1024/umbrales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="836" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfVR3seJ1ri5pQt43zBfo9u0JGnf-t41ZlH0VjPbEx2vPmXcEv5I68980_ZCWSbKstT75cwndCGBgBizf92XkJqcwlNIcs5uWBIqF2d2R-lNvX0LDApfUbmRmchz2G2utQi3AOzIDa80fVB2YomOb1fE4_mHbjwBxWXl6AwjnphrnQRdUgC_wIM8Ve/s320/umbrales.jpg" width="261" /></span></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="color: #0f1419; line-height: 107%;">También ha dado a luz
una obra en dos volúmenes llamada "La naturaleza y sus causas", y me
atrevo a decir que estando ya escrita una obra así, es de necesaria y obligada
lectura para el que quiera pisar con pie firme en el real y genuino pensamiento
tomista.</span> Y no crean que exagero, la obra es un monumento a la solidez
intelectual, una real invitación a pensar con toda rigurosidad sobre la
naturaleza física, escalón obligado del filósofo realista que desea construir
una filosofía atenta a lo real. </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">En esa obra el primer volumen es una
exposición del ser de la filosofía de la naturaleza, de manera que el lector tenga
claro de una vez y para siempre de qué hablamos cuando hablamos de filosofía
natural, definición, objeto, método, especificidad propia; pero todo ello desarrollado
con tal acopio de autores, y sobre todo en tal fidelidad al propio Tomás, que
se puede decir que estamos verdaderamente ante una de las obras máximas del
pensamiento tomista de todos los tiempos. </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Certeza que sube si consideramos el
volumen II, dedicado a las causas. Y es que el volumen segundo de esa obra lo
dedica el padre a la exposición escrupulosamente exacta de las cuatro causas
aristotélicas, material, formal, eficiente y final. Porque si la ciencia es
conocimiento cierto POR las causas, y las causas son cuatro, hay que saberlas
antes. </span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqjjMEmsoF2RPVD3jeiBzzXasKZ_d5zeg9J-XJjTzCx564iWe-jbFoi97MNeXPfatB9bvWNppP6Bvl51ow6SLQfANBYCFkuxM1ZlU1oU7k0Ot4G2nYNQXAtcaxjqF9XTVX9y5w-ozBaIDnjsPx9KASXjdpkkaFDRLJp5FF2JFOHthAj8XlbpAvb5Z1/s1024/II.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="716" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqjjMEmsoF2RPVD3jeiBzzXasKZ_d5zeg9J-XJjTzCx564iWe-jbFoi97MNeXPfatB9bvWNppP6Bvl51ow6SLQfANBYCFkuxM1ZlU1oU7k0Ot4G2nYNQXAtcaxjqF9XTVX9y5w-ozBaIDnjsPx9KASXjdpkkaFDRLJp5FF2JFOHthAj8XlbpAvb5Z1/s320/II.jpg" width="224" /></span></a></div><span style="font-size: large;"><br /><br /></span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Pero quizá la mayor obra que ha
escrito hasta ahora es la que se llama "El orden sobrenatural",
subtitulada como 'una inmersión en el tomismo profundo'. </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Aquí me quedo sin palabras, lo
alcanzado por el padre en esta obra excede todo elogio que yo pudiera hacer de
él. </span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigiIo1AdDd2dEXMGT0M5BA-Hr8WLAR5ZzLriaDcuXT0JLLWG3kkCDueSS3Oj1D0YqrpA_DJe6fhdL57hYoKeQ8EX36PDE6CFQfGlDmD-5QdDWdAKJ2bhU7Pd9DZWneEDLHgIJqEoLiqZ4hOS342yEFOXxUB25FWV1G-Yvm5fBDFF8ZlIHkRx0aDXXY/s449/elordensobrenatural11-d8515bdd705bae664b16079784889254-640-0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="449" data-original-width="310" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigiIo1AdDd2dEXMGT0M5BA-Hr8WLAR5ZzLriaDcuXT0JLLWG3kkCDueSS3Oj1D0YqrpA_DJe6fhdL57hYoKeQ8EX36PDE6CFQfGlDmD-5QdDWdAKJ2bhU7Pd9DZWneEDLHgIJqEoLiqZ4hOS342yEFOXxUB25FWV1G-Yvm5fBDFF8ZlIHkRx0aDXXY/s320/elordensobrenatural11-d8515bdd705bae664b16079784889254-640-0.jpg" width="221" /></span></a></div><span style="font-size: large;"><br /><br /></span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Es una obra en la que el padre se
sumerge en el corazón del tomismo, la distinción entre esencia y ser, distintos
en la creatura, pero identificados en el Creador. El padre va llevando como de
la mano al lector hacia la comprensión de esa profunda verdad, llave maestra que
abre la puerta de las mayores alturas alcanzadas por Tomás de Aquino, tanto en
el orden natural, como en el propiamente sobrenatural. Se trata de una obra de
tomismo consumado, TAL VEZ LA MÁXIMA OBRA TOMISTA de los últimos dos o tres
siglos. </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Para encontrar algo así tendríamos que
retroceder hasta los tiempos de Juan de santo Tomás, del cardenal Cayetano...o
incluso retroceder hasta el siglo XIII, siglo de santo Tomás de Aquino. Porque
el que habla en dicha obra es un auténtico discípulo del aquinate. Monumental. </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¿Qué más se podría decir? Mucho y nada
que esté a nuestro alcance, tan solo pedir a la divina providencia que le
conceda al padre años de vida suficientes para dejarnos algunos escritos más
que nos acompañen en este valle de lágrimas que es el panorama intelectual
moderno. Aunque por otro lado, quizá el propio padre en sus oraciones
personales esté pidiendo más bien ir pronto al cielo a gozar con la clara
visión de Aquél que aquí contemplamos tan solo bajo el velo de conceptos como
acto puro o Ipsum Esse Subsistens.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">Leonardo
Rodríguez Velasco</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-14024714690892900562022-08-20T18:35:00.005-05:002022-08-20T18:35:32.172-05:00Impedir la contemplación<p><span style="font-size: large;">Hablábamos en el artículo anterior acerca de la hipertrofia actual de la imagen, en perjuicio del concepto. Una de las consecuencias de dicha hipertrofia es la inhibición de la capacidad contemplativa del hombre, dado que ahora se instala en el mundo de la mera imagen, sin tomarla como trampolín para ascender a la ciencia de lo metafísico.</span></p><p><span style="font-size: large;">En el proceso de abstracción de los conceptos, la imagen cumple su función en la medida en que nos pone en contacto directo con lo real concreto, a partir de lo cual la inteligencia puede ejercer su acto propio de conceptualización abstracta y razonamiento. Para ello se requiere que el momento de la sensibilidad sea el primero, sí, pero escalera ante todo para la abstracción conceptual, único medio que tenemos para conocer las esencias de las cosas, su realidad más íntima. </span></p><p><span style="font-size: large;">Pero en la hipertrofia de la imagen que padecemos actualmente, el momento de la sensación concreta de lo sensible no es una instancia del entero proceso de conocimiento, sino que se convierte en punto de llegada en donde el sujeto se instala, sin aspirar a un más allá de la imagen misma, de lo concreto material, de lo inmediato sensible.</span></p><p><span style="font-size: large;">De esta manera se impide la contemplación, en la medida en que se le cierra a la inteligencia la posibilidad de ver a través de la sensibilidad los valores puramente inteligibles, únicos capaces de satisfacer sus virtualidades naturales, estando ordenada a la contemplación de la verdad.</span></p><p><span style="font-size: large;">Tenemos entonces una inteligencia impedida de acceder a su alimento propio, reducida a la impotencia. Mientras que la sensibilidad ocupa el horizonte mental, tanto en la vertiente cognitiva, como en la tendencial.</span></p><p><span style="font-size: large;">Esto último significa que en lo relativo a la esfera tendencial humana, actuar voluntario, vida emocional y pasional, sentimientos, etc., la vida del hombre pasa a estar bajo el timonel de lo sensible, lo cual significa la reducción de la ética a la estética, palabras más, palabras menos. Estética entendida en su sentido etimológico, como lo percibido por los sentidos. Es entonces el triunfo de lo inmediato en el actuar humano, porque la imagen es lo inmediato, en contraposición al concepto que es lo permanente. Presenciamos entonces el triunfo de las "éticas" relativistas, es decir, éticas que son más bien estéticas del capricho individual. Es la entronización del "porque así lo quiero ahora" como criterio de actuar "voluntario". A eso se le ha llamado autonomía.</span></p><p><span style="font-size: large;">En cambio, una inteligencia que contempla lo real y accede mediante ello al reino de los valores inteligibles, es una inteligencia que puede construir una ética, fundamentada esta vez sobre los inteligibles metafísicos que develan la estructura íntima de lo real y no los dictámenes pasajeros del capricho volátil del sujeto "autónomo". </span></p><p><span style="font-size: large;">De aquí la urgencia de tomar conciencia de todo esto y recuperar la centralidad de la actitud contemplativa frente a lo real, dando al universo de la imagen el lugar que debe ocupar, evitando a toda costa su hipertrofia actual. </span></p><p><span style="font-size: large;">(Un buen comienzo sería revisar drásticamente el tiempo que dedicamos a las "redes sociales" y reemplazarlo por la lectura de buena literatura, comenzando por los clásicos, incluyendo en la dieta también a la filosofía y la teología).</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-42098252432747839352022-08-16T10:30:00.001-05:002022-08-16T10:30:11.993-05:00La imagen contra el concepto<p><span style="font-size: large;">Hace ya unos cuantos años, hurgando entre los libros de la biblioteca municipal de mi ciudad, encontré un librito pequeño que se llamaba "De la imagen a la idea", escrito por un sacerdote jesuita, cuyo nombre lamentablemente no logro recordar. En dicho libro, cuyo pleno significado filosófico no estaba yo en condiciones de entender en ese entonces, el autor realizaba una exposición del proceso de 'ideogénesis', es decir, el proceso psicológico de abstracción de los conceptos a partir de los datos suministrados por la sensibilidad. </span></p><p><span style="font-size: large;">Me llamó mucho la atención y realicé un par de visitas más a la biblioteca en busca de ese libro. No recuerdo tampoco si lo leí completo, me imagino que no, hubiera sido una proeza de mi parte a esa edad, y más teniendo en cuenta que posiblemente entre el 60 y el 70 por ciento de lo que decía, era yo incapaz de captarlo en toda su profundidad.</span></p><p><span style="font-size: large;">Andando el tiempo, ya en mi época de universitario, vino a mis manos un libro de un politólogo italiano, Giovanni Sartori, "Homo videns, la sociedad teledirigida", en el cual el autor realizaba lo que en ese momento consideré una crítica bastante ingeniosa y válida a la sociedad actual, donde el pensamiento conceptual, racional, abstractivo, argumentativo, etc., ha cedido su lugar al imperio de la imagen, de la sensación, de lo inmediato, de lo que no exige de suyo esfuerzo de pensamiento alguno.</span></p><p><span style="font-size: large;">¿Y por qué te hablo, querido lector, de esos dos libros? Porque me parece que a pesar de la distancia que separa al uno del otro, y a ambos respecto de nuestros días presentes, lo cierto es que actualmente se verifica a una escala monstruosa lo denunciado por Sartori, el 'homo sapiens' ha cedido su trono (si alguna vez lo tuvo realmente) ante el 'homo videns', el hombre del pensamiento racional al hombre televidente, teledirigido, que renuncia gozoso al deber de pensar y se entrega en manos de la propaganda, de los modernos sistemas de comunicación de masas, de las redes sociales, de la Internet.</span></p><p><span style="font-size: large;">Es difícil no ver lo que estamos diciendo. Por todos lados se nota y es evidente el descenso de las competencias cognitivas (para usar una expresión 'moderna') del hombre actual. Y no es solo un asunto de los sistemas de educación, que por supuesto que sí, sino que la cosa apunta a algo más global, más universal, la invasión de la imagen sobre el concepto, auspiciada por los grandes medios que parecen interesados en que sus consumidores permanezcan inactivos ante el tsunami de "información" que día a día les sirven como alimento mental.</span></p><p><span style="font-size: large;">Y es que para escapar de dicha pasividad hay que razonar, en el sentido más aristotélico de dicha expresión, lo cual implica usar a conciencia las tres operaciones de la inteligencia: simple abstracción, juicio y raciocinio. Cada una de ellas supone la anterior y la primera y la tercera convergen en la segunda, en el juicio, cuando la inteligencia, fecundada por lo real captado por medio de los sentidos iluminados por la luz del intelecto agente, emite su verbo mental, concibe, da a luz su palabra humana que es el concepto, con el cual teje las proposiciones, que sirven de materia prima al razonamiento, que concluye a su vez en un juicio en el que la inteligencia finalmente descansa. </span></p><p><span style="font-size: large;">Y ello requiere esfuerzo, disciplina, constancia. Exactamente lo opuesto de sentarse frente a una pantalla y pasar horas recepcionando pasivamente el contenido cuidadosamente creado para mantenerme en ese estado cuasi vegetativo. </span></p><p><span style="font-size: large;">La Internet, con sus redes sociales y su prácticamente ilimitado número de páginas web, representa el triunfo de la imagen; y con imagen nos referimos aquí al universo sensible, que incluye lo visual pero también lo auditivo, la sensibilidad toda. Es difícil no sentirse subyugado por tantas formas, colores, movimientos, animaciones, sonidos, etc., cuando nos entretenemos ante la pantalla del celular o del computador, es verdaderamente una red que sabe cómo atraer la atención y atraparla.</span></p><p><span style="font-size: large;">Pero no se trata ya, como en el libro del jesuita que rastrea la ideogénesis, de una sensibilidad que sirve de punto de apoyo para el trabajo abstractivo de la inteligencia, sino que se trata ahora de una sensibilidad que permanece en lo sensible, que no ofrece otra cosa más allá de la desnuda sensación y lo que ella puede ofrecer en términos de experiencia de lo inmediato, lo que cautiva en el instante, lo pasajero, lo que detrás de sí llama otra imagen que viene pronto a suplantar la anterior, en un desfile interminable de percepciones que se quedan en la mera materialidad de lo visual/auditivo. </span></p><p><span style="font-size: large;">Tenemos así un universo de lo sensible hipertrofiado, que a su vez atrofia el ejercicio propio de la inteligencia. No hay abstracción, se la estorba, se la impide, y en un movimiento completamente desnaturalizador, se le cierra al intelecto agente la posibilidad de fecundar los datos sensibles para alumbrar el concepto. Es una especie de aborto epistemológico.</span></p><p><span style="font-size: large;">Nada tiene de raro entonces que las nuevas generaciones sean cada vez más incapaces de los grandes retos metafísicos, de pensar los grandes pensamientos, de razonar en profundidad sobre las grandes verdades, esas que, aunque tomando pie de la sensibilidad, se ubican más allá, en el reino de lo inmaterial, universal y necesario; que es el reino del concepto. Se han habituado a la imagen y se encuentran con la incapacidad de alumbrar el concepto, el concebido.</span></p><p><span style="font-size: large;">Se trata de la imagen ocupando un lugar que no le corresponde, usurpando un sitial que no es suyo, invadiendo la vida mental toda de la persona que se paraliza frente a una pantalla a disfrutar por horas de un tsunami interminable de imágenes que saturan y embotan su capacidad de razonamiento abstracto. Es la muerte del pensamiento.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">Queda sobre este asunto mucha tela por cortar, por ahora dejemos aquí.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-80586669336846718032022-08-15T06:58:00.003-05:002022-08-15T06:58:32.900-05:00Nuevo libro: La iglesia y el orden político<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://mega.nz/file/fZgFEZSZ#21u1CjvEt2I2JwxvNBObbAza3bXkoeAZ8xQSAfDQXrg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" data-original-height="563" data-original-width="341" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaVOOBrOiyN8ZP5l6mGVu3GIXpWCXvExhRRj_fNiVqdbpuXdlvzkShVnnkWSFnyXNh86J5qbxDFUTBcEhrDAocHi2DTGlTQpZsWEJQ1SPoVfButTStkEFT6nO8dq2Hmx74r6-BNqn3H-8NkHm4icpDMk6RFjeaEHwEB3_TLOF0ReayCIfdXz8n_zEa/w242-h400/Imagen1.png" width="242" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">(clic)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El presente es un libro del padre Álvaro Calderón, de la fsspx. Lo dedica el padre a exponer la teología del Reino de Dios, teología que le sirve luego de fondo para mostrar las relaciones entre la iglesia y la política. Será el primero de una serie de obras en las que el autor recorrerá la entera historia de la iglesia en sus ires y venires con los diversos regímenes políticos. Sin duda una obra del mayor interés.</span></div><br /><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-12103989261074462292022-08-14T20:33:00.006-05:002022-08-14T20:37:48.330-05:00Nuevo libro: Curso de física.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://mega.nz/file/qVB3iLrC#HwQkcgjOlaSoqh27OjZKLBQyvyUFls8A155tGVDohdo" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" data-original-height="520" data-original-width="395" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwKV-XDEcca3HMqFvVsWWPntjD8RShyDyYmgXOgPjnxEICCCloaU7mb1jiGK91kI56xoa6VLMB4p4_fwW5_NKdO1R74spzYQbSzN7TnWMfGDJbgNpfSWPsbH3V1FMwu0sM80V-k5Bv8Ufi1LB7aq9DDlEPkwlFhjwWY0Y5mZkz6ETwpRGZ2hTmhx8X/w304-h400/Imagen1.png" width="304" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">(Clic)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Este es un libro bastante curioso, lo encontré en Internet por pura casualidad, pero resulta que, aunque no trae el nombre del autor, sospecho que se trata de una obra del querido padre Álvaro Calderón, Fsspx.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Es, como su nombre indica, un curso elemental de física o filosofía de la naturaleza. Pero incorpora temas como la inercia, el tiempo y el espacio. De manera que no es una introducción más a la filosofía de la naturaleza, sino que es una plenamente aristotélica, es decir, una en la que no se cae en la distinción entre ciencia y filosofía, sino que se respeta la unidad de dicha disciplina. Hasta ecuaciones encontrará el lector en este libro.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">De dimensiones es corto, no pasa de las 150 páginas, pero al estar escrito, como intuyo, por un gran conocedor de la filosofía aristotélico-tomista, resulta una obra verdaderamente imprescindible.</span></div><br /><p><br /><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-65211486192761017772022-08-13T08:50:00.001-05:002022-08-13T08:50:09.322-05:00La demostración de la existencia de Dios en la "Suma contra los gentiles" (3a. parte)<p><span style="font-size: large;"> Vamos a ocuparnos ahora de la segunda proposición que necesitamos fundamentar, la que dice así:</span></p><p><span style="font-size: large;"><span> - No es posible proceder al infinito en la serie de motores movidos.</span><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">Recordemos que en el argumento para mostrar la necesaria existencia de un primer motor inmóvil, fuente de todo movimiento/cambio que vemos a nuestro alrededor en el universo, santo Tomás, siguiendo a Aristóteles, decía que dado que evidentemente algo se mueve en el universo (mejor dicho, todo se mueve con algún tipo de movimiento/cambio), y que todo lo que se mueve se mueve por otro (que explicamos en el artículo anterior), hay que conceder que eso que mueve debe ser a su vez movido por otro o no; si no, llegamos a nuestro motor inmóvil; si sí, entonces procedemos a preguntarnos por el movimiento de ese motor anterior, si es causado o no, y si es causado vamos ascendiendo en la serie...</span></p><p><span style="font-size: large;">Ahora bien, en dicha serie o llegamos a uno primero que no sea móvil, que no cause el movimiento cambio de otro moviéndose a su vez; o no llegamos a uno primero sino que seguimos subiendo en la serie indefinidamente, es decir, in infinitum. Pero como esto último es imposible, se concluye que debe necesariamente llegarse a un primer motor inmóvil, causa del movimiento/cambio de todo lo demás.</span></p><p><span style="font-size: large;">Por eso hay que probar ahora esa afirmación de que no se puede ir al infinito en la serie de motores que son a su vez movidos.</span></p><p><span style="font-size: large;">¿Cómo lo hace santo Tomás? De tres formas.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">1. </span></p><p><span style="font-size: large;"><span> - En una serie de motores movidos, estos necesariamente han de ser cuerpos divisibles (aquí pone de nuevo la autoridad de Aristóteles en el libro VI de su "Física").</span><br /></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span> - Todo cuerpo que mueve siendo movido, al tiempo que mueve ES MOVIDO.</span><br /></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span> - Luego la pretendida serie infinita de estos se movería al moverse uno de la serie.</span><br /></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span> - Pero ese uno, siendo cuerpo divisible, se mueve en una medida de tiempo finita, ya que todo cuerpo se mueve en tiempo finito. </span><br /></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span> - PERO lo anterior significaría que la serie infinita se movería en un tiempo finito, lo que resulta imposible. Un tiempo finito no mide un movimiento infinito.</span><br /></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span>___________</span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span>El núcleo del anterior razonamiento está en el hecho de que una serie supuestamente infinita de cuerpos motores movidos debe estar en continuidad (un cuerpo continuo al otro), lo que vendría a ser una especie de gran cuerpo unitario, en virtud de la continuidad. Pero como cada miembro de dicha serie es un cuerpo cuyo movimiento se mide en tiempo finito, al moverse uno de la serie se movería la serie toda (por la continuidad de ser motores movidos en simultáneo). Y entonces la serie infinita, por continuidad, se movería en un tiempo finito, lo que es imposible.</span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span><br /></span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span>2.</span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span><span> - En una serie de motores movidos, es decir, en una serie en la que el movimiento de cada miembro depende causalmente del movimiento de otro; si se quita el primero cesa el movimiento de la serie toda.</span></span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span><span> - Pero en una serie infinita, como indica su nombre, no hay un primero. Luego en dicha serie nada se movería porque faltaría la fuente causal primera del movimiento.</span></span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span><br /></span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span>3.</span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span><span> - Aquello que mueve solo en la medida en que a su vez es movido, se dice que mueve "instrumentalmente", a manera de instrumento.</span></span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span><span> - Pero resulta que en una pretendida serie infinita se motores movidos, todos serían motores instrumentales SI NO SUPONEMOS la existencia de un primer motor inmóvil.</span></span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span><span><span><span><span>__________ </span></span></span></span></span></span></p><p><span style="font-size: large;">Por esos tres caminos que les he resumido arriba prueba santo Tomás la veracidad de esta proposición: no se puede proceder al infinito en la serie de motores que son a su vez movidos...por otro.</span></p><p><span style="font-size: large;">Y quedando entonces demostradas las dos proposiciones claves del argumento, queda demostrada con suficiencia la conclusión: es necesario llegar a la existencia necesaria de un primer motor inmóvil al que llamamos Dios.</span></p><p><span style="font-size: large;">_________</span></p><p><span style="font-size: large;">¿Les parece poca cosa concluir que debe existir un primer motor inmóvil? Pues quizá no se los parezca tanto al ver todo lo que a partir de allí se concluye...</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">QUE ALGO SEA MOTOR INMÓVIL implica que es:</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">A) Primer motor que mueve todos los demás motores. Luego su causalidad se extiende a todo lo que mueve o es movido = <b>universalidad de la causalidad divina.</b></span></p><p><span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></p><p><span style="font-size: large;">B) Luego todas las cosas están subordinadas a la causalidad de este primer motor = <b>providencia divina.</b></span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">C) Luego está presente a todas las cosas, porque en todas obra = <b>omnipresencia divina.</b></span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">D) Luego contiene de antemano y actualmente todas las perfecciones que los motores inferiores adquieren bajo el influjo de su acción: la vida, la inteligencia, la ciencia, la virtud, etc., = <b>omniperfección divina.</b></span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">Y siendo inmóvil es...</span></p><p><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i>E) Motor absolutamente inmóvil, <b>acto puro sin mezcla de potencia</b>.</i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i>F) <b>Perfección pura</b>, plenitud de perfección.</i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i>G) Uno y único, siendo acto puro no se divide ni se multiplica pues no tiene potencialidad para ello = <b>unicidad de Dios, monoteísmo.</b></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i>H) Su obrar se identifica con su ser; y su existir con su esencia. Porque en Él no hay composición de acto/potencia = <b>ser subsistente</b>.</i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i><br /></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i>I) Absolutamente inmutable, por carecer de toda potencialidad = <b>eternidad de Dios.</b></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i><b><br /></b></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><i><b><u>(Estas últimas consideraciones en cursiva las tomo tal cual del volumen primero de la Suma de teología bilingüe, de la BAC)</u></b></i></span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p><span style="font-size: large;">Y se podría seguir extrayendo conclusiones estrictamente lógicas...</span></p><p><span style="font-size: large;">_______________</span></p><p><span style="font-size: large;">De esa manera concluye Tomás mostrando la existencia de un primer motor inmóvil, al que llamamos Dios.</span></p><p><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-48408060015434199742022-08-12T10:15:00.008-05:002022-08-12T10:15:50.932-05:00La demostración de la existencia de Dios en la "Suma contra los gentiles" (2a. parte)<p><span style="font-size: large;">Vamos a continuar presentando la prueba de la existencia de
Dios que santo Tomás expone en el capítulo XIII del libro primero de la “Summa
contra gentes”.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Habíamos dicho en el artículo anterior que en el
razonamiento que usa santo Tomás allí, prestado de Aristóteles, hay dos
afirmaciones que requieren ser probadas porque constituyen el núcleo del
argumento; aquí nos ocuparemos de la primera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Todo lo que se mueve, se mueve por otro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Para cualquiera con un mínimo de capacidad de observación
resulta evidente que en el universo existe el movimiento, es algo evidente a
los sentidos. Y no solo existe el movimiento, sino que parece ser que TODO a
nuestro alrededor se mueve, si no localmente, que es uno de los tipos de movimiento,
sí al menos de alguna otra manera. Porque se ha de tener en cuenta que los
griegos le daban a la palabra movimiento un significado mucho más amplio que el
que nosotros hoy le damos normalmente, pues para nosotros movimiento es ante todo
el movimiento de lugar, ir de un sitio a otro. Pero para los griegos el
movimiento era básicamente TODO tipo de cambio; de manera que allí donde se
daba alguna especie de cambio, se hablaba de movimiento. Y es que efectivamente
si entendemos el movimiento en general como todo paso o tránsito de un punto A
a un punto B, entonces evidentemente todo cambio se puede entender de esa forma
porque, por ejemplo, pasar de no saber algo (ignorancia), a saberlo (ciencia),
puede entenderse como paso o tránsito del punto A-ignorancia, al punto
B-ciencia. Y si hoy mido un metro con 50 centímetros de altura, y en seis meses
mido un metro con 51 centímetros, ese paso de un punto A-1.50m a un punto
B-1.51m, se puede entender también como un cierto movimiento. Incluso el animal
que muere, o el que nace, lo hacen mediante un proceso A-B, existir a nos
existir, o no existir a existir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">De manera que para el griego todo cambio implica los mismos
elementos básicos del movimiento y por ende puede ser entendido como tal:
movimiento=cambio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">_______________<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Volvamos al argumento tomasiano del “Contra gentes”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Las cosas se mueven/cambian, evidente a los sentidos. Bien.
Pero Tomás, siguiendo a Aristóteles nos dice que TODO LO QUE SE MUEVE/CAMBIA, SE
MUEVE/CAMBIA POR OTRO. Es decir, nada se mueve/cambia a sí mismo, siempre que algo
se mueve lo hace en virtud o por causa de otro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¿Cómo así? Parece una afirmación extraña, porque, por lo
menos en el reino de los seres vivos, pareciera a primera vista que los seres
vivos se mueven a sí mismos. Pues bien, resulta que bien miradas las cosas no
es tan así, pues lo que en verdad sucede es que una parte mueve a otra; a su
vez la parte que movió fue movida por otra…y así: camino, pero camino por el
movimiento de mis piernas; y estas caminan por la actividad de ciertos
músculos; y estos por la actividad de ciertos tejidos convenientemente
estimulados mediante un complejo sistema electro-químico a nivel celular; y el
nivel celular a su vez se mueve por niveles cada vez más íntimos de causalidad;
y en últimas está mi voluntad que quiso que me moviera (e incluso mi voluntad
es movida por la causa primera, pero ese es un tema difícil por ahora).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">De manera que siempre que vemos movimiento/cambio en el universo,
eso que se mueve/cambia está siendo en ese preciso instante movido/cambiado por
otro, así sea al menos por una de sus partes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Y entonces santo Tomás nos dice que no puede haber nada que
se mueva a sí mismo, ni siquiera Dios, puesto que Dios es primer motor inmóvil.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Afina luego santo Tomás el argumento y dice bueno, vamos a
suponer que algo se mueve a sí mismo, ese algo tendría que cumplir las siguientes
características:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Tener en sí mismo el principio o fuente del
movimiento. Puesto que si dicho principio está en algo exterior evidentemente
no se movería sí mismo, sino que se movería por otro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Moverse como totalidad, es decir, que no sea
movido por una de sus partes, sino que se mueva como un todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Que sea divisible, es decir, tenga partes.<i> (Esta
última condición la toma Tomás del libro de la “Física” de Aristóteles; más
exactamente del libro VI. Allí el filósofo realiza una compleja argumentación
en torno a los continuos en tanto que divisibles, y muestra cómo no se puede
concebir un indivisible móvil, sino que necesariamente todo móvil, para ser
tal, debe tener partes. Se trata de una argumentación difícil en la cual el
estagirita se explaya sobre la relación entre el tiempo y el movimiento,
argumentando cómo si algo fuera indivisible no podría extenderse en las
unidades de tiempo que todo movimiento postula, concluyendo que si algo es
móvil necesariamente ha de tener partes. Pero se trata de un capítulo bastante
difícil de la Física aristotélica que aquí no podemos desarrollar. Daremos entonces
por sentada tal demostración)</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Entonces el santo razona de la siguiente manera:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Lo que se mueve a sí mismo ha de moverse como
totalidad, no por alguna de sus partes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Pero ello significa, en otros términos, que, si
una de sus partes está en reposo, el todo ha de estar en reposo también. ¿Por
qué? Porque si sucediera que una de sus partes estuviera en reposo mientras que
otra en movimiento, entonces ya no podríamos decir que dicho ser se mueve como
totalidad, sino habría que atribuir el movimiento a aquella parte que se mueve,
no a la que queda en reposo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->PERO lo anterior quiere decir que,
paradójicamente, el movimiento o reposo del todo dependería del movimiento o
reposo de alguna de sus partes; y algo cuyo movimiento o reposo depende del
movimiento o reposo de una de sus partes, es algo que NO se mueve a sí mismo
como totalidad, sino que tiene movimiento DEPENDIENTE.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¿Difícil? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">No tanto. En esencia Tomás está diciendo lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Algo se mueve a sí mismo solo si su moverse NO
ES DEPENDIENTE de nada sino de sí mismo como totalidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Pero como todo lo que se mueve es divisible, o
tiene partes (<i>según prueba Aristóteles en el libro VI de la “Física”</i>),
ello significa que, si una parte está en reposo, el todo ha de estar en reposo;
o si en movimiento, en todo ha de moverse. Pues de lo contrario, si una parte
pudiera estar en reposo mientras la otra en movimiento, entonces el movimiento
se atribuiría a dicha parte, y no al todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Pero ello significaría en últimas que el
movimiento del todo DEPENDERÍA del movimiento de sus partes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">_________________<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Luego presenta el santo otro argumento, quizá un poco más
sencillo de entender porque se basa en las nociones primeras de acto/potencia:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Nada puede estar en potencia y en acto respecto
de lo mismo. Nada puede ir hacia Bogotá y estar ya en Bogotá al mismo tiempo.
Nadie puede saber las tablas de multiplicar y al mismo tiempo ignorarlas, etc.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->Todo lo que se mueve, en tanto que se mueve,
está en potencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Y todo lo que mueve, en tanto que mueve, está en
acto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l1 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> - </span></span></span><!--[endif]-->ERGO, nada puede ser, respecto de lo mismo,
motor y movido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">En la “Suma de teología” pone también santo Tomás de primera
la prueba de la demostración de la existencia de Dios por el movimiento, y
retoma la explicación del principio <i>“Omne autem quod movetur, ab alio
movetur”</i>, todo lo que se mueve, es movido por otro. Remitimos allí al
lector para que pueda profundizar en este importante principio del pensamiento
tomista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">_______________________<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">En un próximo artículo mostraremos la segunda afirmación que
santo Tomás dice que debe probarse: no es posible proceder hasta el infinito en
la serie de motores que son a su vez movidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-63338064892816707922022-08-09T07:04:00.001-05:002022-08-09T07:18:54.543-05:00La demostración de la existencia de Dios en la “Suma contra los gentiles” (1a. parte)<p><span style="font-size: large;">La demostración de la existencia de Dios es siempre el punto
de partida de santo Tomás de Aquino en sus grandes obras, la “Suma contra los
gentiles” (SCG) y la “Suma de teología”; y esto es así porque si la idea es
hablar acerca de Dios, que eso es la teología, pues resulta natural y
conveniente que lo primero que se haga sea mostrar su existencia. Entonces, en ambas
‘sumas’ inicia santo Tomás probando que Dios existe, para ahí sí luego dedicar
toda la potencia de su grandioso intelecto a exponer su naturaleza, en cuanto
es ello posible a la luz de la razón natural.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Vamos a repasar aquí la forma (al menos una) en que lleva a
cabo el santo esa tarea en la SCG, más exactamente en el capítulo XIII del
primer libro (la SCG tiene 4 libros y 463 capítulos); en una próxima
oportunidad quizá repasemos lo propio en la “Suma de teología”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Comienza el santo diciendo que:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;">Ostenso igitur quod non
est vanum niti ad demonstrandum Deum esse, procedamus ad ponendum rationes
quibus tam philosophi quam doctores Catholici Deum esse probaverunt.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;">Habiendo mostrado ya que
no resulta vano intentar la demostración de la existencia de Dios, procedemos
ahora a establecer las razones con las que, tanto los filósofos como los
doctores católicos, demostraron que Dios existe.<o:p></o:p></span></i></b></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;"><br /></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Lo anterior lo dice porque en los capítulos inmediatamente
anteriores había refutado las ideas de aquellos que consideraban inútil probar
que Dios existe, unos por creerlo imposible y otros por creerlo innecesario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Prosigue el santo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;">Primo autem ponemus
rationes quibus Aristoteles procedit ad probandum Deum esse. Qui hoc probare
intendit ex parte motus duabus viis.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;">En primer lugar pondremos
los argumentos con los que Aristóteles prueba de Dios existe. Lo cual hace a
partir del movimiento, mediante dos caminos.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Y he aquí la importancia del análisis filosófico del
movimiento. En el breve curso de introducción al pensamiento de santo Tomás de
Aquino que estábamos ofreciendo por medio de YouTube, habíamos comenzado en los
últimos videos a tratar el tema de la filosofía de la naturaleza, es decir,
aquella parte de la filosofía que se ocupa del estudio del ente móvil, del ente
afectado de potencialidad y capaz de cambio o movimiento (que para el griego
eran cuasi sinónimos). Y en dicha filosofía de la naturaleza se estudia el
cambio como punto de entrada a la consideración filosófica de la realidad
física, puesto que el cambio es la característica más patente de todo lo que
nos rodea. Y de dicho análisis del cambio, bien realizado, surgen una serie de
aprehensiones conceptuales que constituyen el punto de partida de la entera
filosofía. Si no se comienza por allí, por el humilde análisis del humilde ente
móvil, y se pretende ingresar en la filosofía directamente por la metafísica o
por el análisis del conocimiento, se corre el riesgo de elaborar un edificio de
bellas abstracciones que quizá por no estar firmemente enraizadas en lo real, serán
a lo mejor muy atractivas y bien elaboradas, pero no responderán a la realidad
sino más bien al prurito de sistema, que diría Balmes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">De manera que la entera filosofía comienza por la filosofía
de la naturaleza, y por ende también nuestro asunto, que es la demostración de
la existencia de Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Dice entonces el santo que nos va a presentar la manera en
que Aristóteles muestra que Dios existe, y ello por dos caminos o vías, de las
cuales analizaremos aquí la primera, dejando la segunda para la curiosidad del
amable lector.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">______________________<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Pongamos las propias palabras del santo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;">Quarum prima talis est:
omne quod movetur, ab alio movetur. Patet autem sensu aliquid moveri, utputa
solem. Ergo alio movente movetur. Aut ergo illud movens movetur, aut non. Si
non movetur, ergo habemus propositum, quod necesse est ponere aliquod movens
immobile. Et hoc dicimus Deum. Si autem movetur, ergo ab alio movente movetur.
Aut ergo est procedere in infinitum: aut est devenire ad aliquod movens
immobile. Sed non est procedere in infinitum. Ergo necesse est ponere aliquod
primum movens immobile.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt;"><b><i><span style="font-size: large;">De las cuales la primera
es: <u><span style="color: red;">todo lo que se mueve, se mueve por otro</span></u>.
Y efectivamente es patente a los sentidos que algo se mueve, como por ejemplo
el sol. Por lo que decimos que se mueve por otro. Ahora bien, aquello que mueve
a su vez se mueve o no. Si no se mueve tenemos lo que buscamos, a saber, que es
necesario concebir un motor inmóvil. Y a ello llamamos Dios. Más si se mueve,
se mueve por otro. Y así las cosas habrá que proceder hasta el infinito, o se
debe llegar a un motor inmóvil. <u><span style="color: red;">Pero resulta que no
es posible proceder hasta el infinito</span></u>, por lo que es necesario
concebir un primer motor inmóvil.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Esta también es la primera prueba que usa santo Tomás en las
cinco vías de la Suma de teología, la famosa prueba a través del análisis del
movimiento, y por medio de la cual se llega a establecer la necesaria existencia
de un primer motor inmóvil, que es Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Dice el santo que en ese argumento que acaba de ofrecer se
debe establecer la verdad de dos proposiciones, que son como el núcleo de toda
la demostración, y son las siguientes:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Que todo lo que se mueve es movido por otro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Que no se puede proceder hasta el infinito en la
serie de motores movidos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">En la siguiente publicación veremos cómo el santo prueba la
primera de dichas proposiciones...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-74253452667326550552022-08-02T06:18:00.007-05:002022-08-02T06:26:21.392-05:00A propósito de la lectura de la "Suma contra los gentiles".<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Confieso que nunca había leído en forma constante y completa
la obra “Suma contra los gentiles” de santo Tomás de Aquino; sucede a veces que
uno se apega más a unas obras que a otras y siempre deja para después las que
no le llaman la atención en un primer momento. Y esto fue así por años,
lamentablemente.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Hace algunas semanas a través de un sitio de internet
encontré un ejemplar de dicha obra a precio muy razonable y decidí adquirirla.
La edición es agradable a la vista y cómoda a pesar de ser voluminosa, entonces
tomé la decisión de leerla ya con detenimiento. La obra es inmensa, está
dividida en 4 libros con 463 capítulos en total, así:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Libro primero: 102 capítulos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Libro segundo: 101 capítulos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Libro tercero: 163 capítulos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Libro cuarto: 97 capítulos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">De manera que desde principios del mes pasado comencé el
libro primero. El orden de los temas de los 4 libros es el siguiente: en el
libro primero expone santo Tomás todo lo referente a Dios, en cuanto puede
alcanzarlo la razón natural, es decir, la teología natural. El libro segundo presenta
la obra de la creación de todas las cosas, en particular dedicando la mayor
parte de sus capítulos al alma y a las substancias separadas (ángeles). El tercer
libro es enorme, el más largo de los cuatro, 163 capítulos en los que aborda diversos
temas tales como el obrar de los agentes libres, la felicidad humana, la providencia
divina, los milagros, etc. Aquí explica Tomás cómo la criatura racional ha de encontrar
su felicidad en Dios. Y finalmente en el cuarto y último libro se ocupa santo
Tomás de aquellos misterios que están por encima (no en contra) de la razón
natural, es decir, aquí el santo estudia misterios tan altos como la Santísima
Trinidad, la encarnación del Verbo, los sacramentos y el destino final del
universo. Se trata como puede verse de una obra verdaderamente monumental,
tanto en su extensión como en la calidad de sus temas; y si tenemos en cuenta
que la comenzó a escribir solo algunos años antes de su obra magna la “Summa
theologiae”, podemos pensar que estaba ya el santo preparando esa gran obra y
como que calentando motores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Les dije entonces que acabé hace poco el primer libro, el de
los 102 capítulos acerca de Dios, en cuanto puede ser alcanzado por la sola razón
natural. Aquí el santo le presenta al lector todo lo que el ser humano llevado
por las fuerzas de su sola razón puede alcanzar a conocer acerca de Dios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Comienza el santo dedicando los primeros 9 capítulos a hacer
una introducción general en donde se presenta a sí mismo como quien desea
realizar la tarea del sabio que es investigar las causas de las cosas, y siendo
Dios (como más adelante demuestra) la causa primera de todo, la verdadera y
suprema sabiduría estará entonces en el estudio de Dios. A partir del capítulo
10 el santo inicia un fenomenal recorrido tratando de analizar la naturaleza de
Dios, cómo es Dios, o más bien, cómo no es Dios, puesto que lo que conocemos de
Dios lo alcanzamos a través del espejo de sus efectos, los cuales por su
limitación no nos permiten un conocimiento perfecto de su causa sino solo una
aproximación a ella. El lector entonces ve pasar ante sus ojos capítulos de la
mayor importancia en los que el santo nos habla de que Dios es eterno, inmaterial,
uno, infinito, inteligente, bueno, etc. Y además tenemos en el capítulo 22 la
exposición de esa verdad tomista por antonomasia que es la identificación en
Dios de la esencia y el acto de ser, verdadera fuente de donde se desprenden
con una lógica aplastante los mayores predicados que podemos hacer acerca del
ser divino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">A partir del capítulo 45 y hasta el final, el santo se ocupa
de presentarnos la actividad inmanente de Dios en cuanto a su inteligencia y su
voluntad. Capítulos de una finísima penetración que exigen la mayor atención de
parte del lector, pues el santo va elaborando sus demostraciones haciendo pie
en lo que antes expuso, de manera que el edificio se sostiene sólidamente en
sus bases y si estas, que expuso en los primeros capítulos, no se entienden
bien, después no se comprende el resto. Termina el santo con tres capítulos
donde nos habla de la felicidad de Dios y cierra con esa expresión tan hermosa
que dice:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b><i>Ipsi igitur qui singulariter beatus est, honor sit et gloria
in saecula saeculorum. Amen.</i></b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Al que es, pues, singularmente bienaventurado, sea el hoor y
la gloria por los siglos de los siglos. Amén.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿Recomiendo la lectura de este primer libro? Por supuesto,
de los 4, y de toda la obra de santo Tomás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Se trata de un recorrido exquisito por la mente de un genio que nos
habla de Dios y lo pone al alcance de la razón humana, tarea más que necesaria
en un momento histórico como el nuestro en donde por todos lados se nos dice
que la creencia en Dios debe desaparecer ante el avance de la “ciencia”. Ver la
manera magníficamente coherente con que santo Tomás va, ahora sí,
científicamente desglosando todo lo que la razón puede investigar sobre Dios,
es no solo gratificante sino que nos fortalece en la fe y nos llena de
argumentos para poder dar razón de nuestra esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco.</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-61238182590581271602022-07-27T19:34:00.007-05:002022-07-27T19:34:41.808-05:00A propósito de la filosofía de la naturaleza<p><span style="font-size: 18pt;">Vamos a
decirlo desde el comienzo: la filosofía de la naturaleza es la gran
desconocida.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Cuando se
habla de filosofía es normal asociarla con disciplinas como la lógica, la
metafísica, la ética, la antropología y poco más; pero de ninguna manera se nos
ocurre relacionarla inmediatamente con algo llamado filosofía de la naturaleza.
Y sin embargo resulta que la filosofía de la naturaleza no solo es
efectivamente una de las partes de la filosofía, sino que se trata de una parte
con una capital importancia, ya que es en ella donde tomamos contacto primero y
fundamental con lo real inmediato y lo asumimos en clave genuinamente
filosófica. Decimos contacto primero porque en la lógica, por su sujeto específico,
no se trata tanto de la realidad (por lo menos no de forma directa), sino más
bien de nuestro modo de conocer lo real, de pensarlo. Y decimos contacto fundamental
porque al iniciar la filosofía partiendo del contacto real, directo y concreto
con el universo físico, se constituye ello en el fundamento y garantía de una
filosofía eminentemente realista. Veamos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Normalmente se
nos dice que hay que iniciar por el estudio de la lógica. Y eso es correcto y
está muy bien, se debe comenzar por la lógica, pues allí adquirimos las
herramientas adecuadas para el bien pensar. Pero lo que debe venir en seguida
ya no es siempre tan claro, ya que, si revisamos los manuales más corrientes,
en seguida después de la lógica algunos continúan con la antropología, otros
pasan directamente a la metafísica, algunos siguen con la ética y los hay también
que continúan luego de la lógica con los asuntos relativos a la teoría del
conocimiento o epistemología (para ajustarnos al modo actual de hablar, harto
impreciso).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">¿Qué debe
seguir a la lógica? No puede ser la metafísica puesto que evidentemente la
metafísica es más bien la cima de la investigación filosófica, la disciplina
reina en la que finalmente se contemplan las razones últimas de todo, según
como la inteligencia humana del “homo Viator” es capaz de alcanzarlas. Tampoco
podría ser la ética, puesto que por mero sentido común resulta evidente que
para tratar acerca del fin de los actos humanos y los medios que a él conducen,
estando de por medio la libertad humana, las pasiones, los hábitos, vicios, vida
en sociedad, etc., hay que conocer primero la misma naturaleza humana, tarea
que se lleva a cabo en la antropología filosófica o filosofía del hombre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">¿Será
entonces que luego de la lógica debe venir dicha filosofía del hombre o
consideración filosófica sobre el ser humano? Tampoco, porque el ser humano,
siendo como es un ente natural, un ser de la naturaleza, solo puede ser
estudiado una vez que se poseen ya las generalidades al menos de lo que
respecta a dichos entes naturales. Y llegamos así a la filosofía de la naturaleza,
cuyo objetivo, para decirlo brevemente, es considerar en el orden filosófico la
realidad natural entera, el ente natural, físico, móvil, potencial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Tenemos entonces
que después de la lógica ha de estudiarse la filosofía de la naturaleza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Pero no decíamos
arriba que es fundamental esta disciplina solo por este hecho de seguirse después
de la lógica en un orden correcto de aprendizaje, sino ante todo por el hecho
de que en la filosofía de la naturaleza entramos en contacto fecundo con la
realidad, en el sentido más concreto de esta palabra, la realidad física,
singular, afectada de temporalidad, espacialidad, etc. ¿Y esto es importante?
¡Claro, es importantísimo! ¿Por qué? Porque ello nos da la garantía de que todo
lo que venga después se construirá sobre la base sólida de lo real, lejos de
cualquier idealismo, o de cualquier pasión abstraccionista (palabra medio fea).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">¿Y qué
conceptos nos va a heredar la filosofía de la naturaleza? ¡Conceptos de la
mayor importancia! Substancia, accidentes, esencial, accidental, formal,
material, actual, potencia, y otros. Estos conceptos que en distintos niveles
de visualización abstractiva van a ser transversales a lo largo de todas las
demás disciplinas filosóficas, se aprehenden por vez primera en la filosofía de
la naturaleza, es allí donde se conocen por primera vez, se abstraen por
primera vez formalmente, se aprende a conocerlos, manejarlos y aplicarlos por
primera vez. Y todo ello con la garantía de no estar especulando teorías ajenas
a lo real y fruto meramente de espíritus abstractos, sino seguros de estar refiriéndonos
con ellos a aspectos reales, de lo real-real, por decirlo de alguna manera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">De forma tal
que el que no quiere empezar por la filosofía de la naturaleza y salta, por
ejemplo, a la metafísica inmediatamente después de estudiar algunos rudimentos
de lógica, seguramente al manejar en la metafísica todos esos conceptos fundamentales
podrá dar de ellos una definición aprendida de memoria y elaborar un discurso
coherente, pero ciertamente no podrá captar en todo su sentido, en toda su
riqueza, ni en todo su alcance las propias afirmaciones que realice. Algo
semejante al que luego de probar un exquisito plato pudiera hacer la lista de
sus ingredientes pero sin saber de dónde vinieron ni por qué se mezclaron en la
proporción en que el chef lo hizo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">No rechacemos
entonces comenzar humildemente por la filosofía de la naturaleza; es entendible
que la importancia de los asuntos metafísicos, o la atracción de los temas
éticos o la evidente fascinación que puede provocarnos el estudio de la
naturaleza humana, pueda impulsarnos a saltar etapas e ir directamente a lo que
más nos interese, pero obrando así estaríamos impidiéndonos a nosotros mismos
el logro de una real comprensión de tan importantes cuestiones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">¡Bienvenido
entonces el esfuerzo por adentrarnos en la humilde pero importante filosofía de
la naturaleza!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Leonardo Rodríguez Velasco.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-41187150030655680282022-07-16T10:38:00.003-05:002022-07-16T10:38:16.072-05:00La ciencia como oportunidad de contemplación. Un texto de santo Tomás.<p><span style="font-size: large;">Una de las características de la ciencia actual es que ha
perdido su impronta contemplativa (<i>cosa que viene sucediendo desde hace
varios siglos con el racionalismo y positivismo triunfantes</i>); es decir, ha
dejado de ser un conocimiento orientado en último término por el deseo de
alcanzar la fuente misma del ser y de la inteligibilidad de lo real, Dios. Cosa
que no era así en la Edad Media, por ejemplo, puesto que el medieval tenía muy
clara la idea de que todo conocimiento, además de revelar una parcela de la
realidad a los ojos de la inteligencia humana, estaba llamado a servir de
escalón para una contemplación más profunda del ser, una contemplación abierta
a la fuente del ser, al ser por esencia, al <b><i>ipsum esse subsistens</i></b>.
De esta forma entonces no había contradicción entre el estudio de algún sector
de la realidad y su entroncamiento en una mirada metafísica más amplia.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Muy distintas son las cosas hoy en día, y desde hace un par
de siglos. La ciencia, o lo que así es llamado, ha cortado todo lazo que la
pudiera unir con lo trascendental para reducirse al estudio de la realidad
material, en su desnuda y pura materialidad. Y no contenta con eso ha
proclamado que de hecho no hay nada más allá de ello, en una evidente hipertrofia
indebida de sus atributos epistemológicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Vale la pena entonces dar una mirada a un capítulo bastante
olvidado de una obra bastante olvidada de un autor bastante olvidado. Me
refiero al capítulo segundo, del libro segundo de la “Suma contra
los gentiles”, de santo Tomás de Aquino. Allí el santo expone en breves párrafos
lo que bien pudiera llamarse una carta magna de la investigación científica. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Pondremos los textos mismos del santo, acompañados de
sencillos comentarios:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: large;">Capítulo II: <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: large;">Quod consideratio creaturarum utilis est ad fidei
instructionem.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Que la consideración o estudio de las creaturas (todo el
universo) es útil para instruir en la fe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: large;">Pone aquí santo Tomás cuatro razones por la cuales considera
que el estudio de naturaleza es útil para la fe.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">1.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></b><!--[endif]--><b>Primo quidem, quia ex factorum
meditatione divinam sapientiam utcumque possumus admirari et considerare. </b>En
primer lugar, porque de la meditación de sus obras podemos admirar y considerar
la divina sabiduría.<b><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;"><span style="font-size: large;">En la belleza, orden,
complejidad, etc., de una obra se puede reconocer, y, por ende, admirar la
pericia de su autor. Así, a partir de la contemplación del universo, con todas
sus creaturas, somos llevados naturalmente al reconocimiento de la inmensa
sabiduría de su Hacedor. El medieval veía en la creación un destello de la
sabiduría de Dios, en el orden y la belleza de lo creado contemplaba un
testimonio permanente de la inteligencia de Dios. Hoy, por el contrario, el
científico se enorgullece de sí mismo al hacer un nuevo descubrimiento o sentar
las bases para la fabricación de un nuevo aparato. Es la distorsión más radical
del conocimiento mismo, que en lugar de ser escalera para ascender a la <i>causa
prima</i>, nos sumerge en un sentimiento de autosuficiencia que acaba por ser
autodestructivo al impedirnos el contacto con Dios, única fuente de verdadera realización
personal y felicidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><b><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">2.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span></b><!--[endif]--><b>Secundo, haec consideratio in
admirationem altissimae Dei virtutis ducit: et per consequens in cordibus hominum
reverentiam Dei parit. </b>En segundo lugar, esta consideración (del universo)
nos conduce a la admiración de la altísima virtud (o poder) divina: y por
consiguiente produce en el corazón de los hombres la reverencia (respeto
profundo) hacia Dios.<b><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;"><span style="font-size: large;">Como natural resultado de lo
anterior surge la admiración del poder de Dios y un profundo respeto hacia el
Hacedor de todas las cosas. El medieval, a diferencia del pagano, ya no sentía
temor hacia las fuerzas de la naturaleza, hacia el sol y la luna; sino que ahora,
reconociendo al Creador, reverenciaba en Él la omnipotencia creadora, el poder
infinito que se manifestaba con toda claridad en la creación misma, que contemplaba
por medio de las ciencias. En el moderno científico, académico o estudioso,
desaparece la reverencia a Dios precisamente porque ya la mirada sobre su
objeto de estudio no es contemplativa. Busca conocer la naturaleza por el
conocimiento mismo, cuando no por la utilidad técnica que pueda derivarse de
dicho conocimiento. Utilidad técnica que es, a su vez, utilidad para el hombre.
El hombre y su bienestar y comodidad puestas como justificación última del
esfuerzo científico: se reverencia al hombre. La ciencia termina así
produciendo en el corazón de los hombres no la reverencia al Dios poderoso que
todo lo ha creado con sabiduría, sino el envanecimiento de sí mismo, al verse
como dominador de las fuerzas de la naturaleza que pone a su servicio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">3.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><b>Tertio, haec consideratio animas hominum in
amorem divinae bonitatis accendit</b>. En tercer lugar, esta consideración (de
la sabiduría y poder de Dios manifestada en la creación) enciende las almas de
los hombres en el amor de la divina bondad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><b><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span style="font-size: large;">El medieval, luego de contemplar la
sabiduría y el poder de Dios manifestada en la naturaleza, era conducido por la
reverencia al amor de la bondad de Dios, puesto que todo había sido creado para
el hombre. La creación toda era un regalo de Dios al hombre, regalo gratuito
del cual Dios no obtenía nada, sino solo comunicaba al hombre un reflejo de su
bondad y un medio para servirle y amarle, y mediante ello salvar su alma, como
reza el adagio ignaciano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span style="font-size: large;">En la modernidad estamos lejos de ello.
¿Reconocimiento de la sabiduría de Dios? ¿De su poder? ¿De su bondad?
¿Reverencia? ¿Amor? Para nada de esto queda lugar en una ciencia construida toda
únicamente para glorificar al hombre mismo y su control sobre la naturaleza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;">4.<span style="font-family: "Times New Roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]--><b>Quarto, haec consideratio homines in quadam
similitudine divinae perfectionis constituit. </b>En cuarto lugar, esta
consideración (o estudio del universo) produce en los hombres una cierta
semejanza con la divina perfección. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><b><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></b></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span style="font-size: large;">Siendo la creación entera una participación
de la sabiduría de Dios, puesto que todo efecto participa en algo de la
naturaleza de su causa y la revela; y conociendo Dios en Sí mismo todas las
creaturas presentes, pasadas y futuras, el hombre se asemejaba a Dios al
contemplar la creación y reflejar esos destellos de divina sabiduría en su
propia inteligencia, como comprendiendo al autor detrás de su obra, conociéndolo
por medio de sus efectos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><span style="font-size: large;">En el mundo moderno el hombre ha buscado
constituirlo todo a su sola imagen y semejanza, como decía Protágora: el hombre
es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son y de las que
no son en cuanto que no son. Es el reino de la inmanencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast"><span style="font-size: large;">Así el hombre encierra la ciencia en sí
misma, cortando el acceso a la fuente del ser y de la inteligibilidad, satisfecho
con la obra de sus manos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¡Qué diferente sería todo si se recuperara esa mirada
contemplativa! Si los científicos dejaran de lado su soberbia inane y su
ceguera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Quiera santo Tomás concedernos que en nuestros estudios, los
que sean, tengamos siempre esa actitud de contemplar más allá de la creatura la
mano sabia, poderosa y amorosa del Creador que nos habla a través de ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst"><b><o:p> </o:p></b> </p>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-74641629109481771352022-04-17T10:18:00.007-05:002022-04-17T10:18:52.487-05:00Domingo de resurrección: las cicatrices de Cristo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwC-jmH8NXL9Oy9cXzQ0pV-cH5ADuImVuBflIZlHjmv0jett4vZYYf-xo7OWrCtU6JEBQ6AA9OVjAwsoaA7rjGwHixh_0f_QeUKhuXtQrra8Y9CqPhYHPe2nQEGpAFjy2OWNFmjS1WSf1H71qM-DYySPEGVCdknPE2moLntATgEooNCr9oQXxO_PES/s1024/Cristo-Resucitado-alegria-Pascual.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="546" data-original-width="1024" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwC-jmH8NXL9Oy9cXzQ0pV-cH5ADuImVuBflIZlHjmv0jett4vZYYf-xo7OWrCtU6JEBQ6AA9OVjAwsoaA7rjGwHixh_0f_QeUKhuXtQrra8Y9CqPhYHPe2nQEGpAFjy2OWNFmjS1WSf1H71qM-DYySPEGVCdknPE2moLntATgEooNCr9oQXxO_PES/w400-h214/Cristo-Resucitado-alegria-Pascual.jpg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¡Feliz domingo de resurrección a todos! ¡Que Cristo resucitado reine desde hoy en los corazones de todos los creyentes!</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">__________</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Es interesante revisar hoy un artículo de la 'Summa' en donde santo Tomás se pregunta si Cristo resucitó con las cicatrices de su pasión y muerte. Se trata del artículo 4 de la cuestión 54 de la 'tertia pars'.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Allí se plantea lo siguiente: <i><b>"Videtur quod corpus Christi cum cicatricibus resurgere non
debuerit".</b> Pareciera que el cuerpo de Cristo no debió resucitar con cicatrices.</i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y responde el santo que sí era conveniente que se mantuvieran las cicatrices en el cuerpo de Cristo por cinco motivos principales:</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">1. Pone santo Tomás una cita de san Beda, escritor del siglo VII que dice que <i><b>"</b></i></span><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><i><b>conservó las cicatrices no por la incapacidad de curarlas,
sino para llevar siempre los honores del triunfo de su victoria"</b></i>. Y agrega otra cita de san Agustín en la que el santo menciona que seguramente también los mártires que han muerto por Cristo resucitarán con las cicatrices de sus sufrimientos, como otras tantas señales de su amor y su victoria.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">2. Para confirmar la fe de sus discípulos en la resurrección.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">3. Para mostrar a Dios padre, cada que interceda por nosotros, las marcas de lo que por nosotros sufrió.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">4. Para que los redimidos con su muerte entiendan la gran misericordia que tuvo con ellos y lo que sufrió por redimirlos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">5. Para que los condenados, viendo las señales del sufrimiento de Cristo, entiendan su gran ingratitud y la justicia de Dios que brilla en su misma condena.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">____________</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por eso la iglesia siempre ha representado a Cristo resucitado con sus cicatrices, pues por múltiples consideraciones convenía que las conservara después de la resurrección.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><i>Oración</i></b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Alma de Cristo, santifícame.<o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both;">
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cuerpo de Cristo, sálvame.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Sangre de Cristo, embriágame.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Agua del costado de Cristo, lávame.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Pasión de Cristo, confórtame.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">¡Oh mi buen Jesús!, óyeme.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Dentro de tus llagas, escóndeme.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No permitas que me aparte de Ti.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Del maligno enemigo, defiéndeme<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En la hora de mi muerte, llámame.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y mándame ir a Ti.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Para que con tus santos te alabe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Por los siglos de los siglos. Amén</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">_______</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><b><i>En latín:</i></b></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #444444;">Anima Christi, sanctifica me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Corpus Christi, salve me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Sanguis Christi, inebria me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Aqua lateris Christi, lava me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Passio Christi, conforta me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">O bone Iesu, exaudi me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Intra tua vulnera absconde me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Ne permittas me separari a te.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Ab hoste maligno defende me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">In hora mortis meae voca me.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Et iube me venire ad te,</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">ut cum Sanctis tuis laudem te</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">in saecula saeculorum.</span><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><br style="background-color: white; color: #444444; margin: 0px; padding: 0px;" /><span style="background-color: white; color: #444444;">Amen.</span></span></p></div><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-33374221154860155502022-04-16T09:33:00.006-05:002022-04-16T09:36:17.008-05:00Sábado santo: la devoción a nuestra señora.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbjyqOIJ03v9B5wvNj2Gf5jWD8n5q6TPaHMmKt5cNDxuIXtgCK27Z-Trx9eJDeWmGoimWg8WbsEyR8d2V_zGyURoPmDshyRboq0jpmy6EE5sfnr1_L2YjzP-O3CwZZobg89VZPeAfNlfcr-vSTtBna0mIjD2WNMlgkYsFT1GgXadSMGZHW4DxmrPuM/s311/santc3adsima-virgen-dolorosa.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="311" data-original-width="246" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbjyqOIJ03v9B5wvNj2Gf5jWD8n5q6TPaHMmKt5cNDxuIXtgCK27Z-Trx9eJDeWmGoimWg8WbsEyR8d2V_zGyURoPmDshyRboq0jpmy6EE5sfnr1_L2YjzP-O3CwZZobg89VZPeAfNlfcr-vSTtBna0mIjD2WNMlgkYsFT1GgXadSMGZHW4DxmrPuM/w253-h320/santc3adsima-virgen-dolorosa.webp" width="253" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Texto de san Alfonso María de Ligorio sobre la devoción a la santísima Virgen María, para leerlo y meditarlo hoy sábado santo, como forma de acompañar a nuestra señora en la dolorosa espera por la resurrección.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">____________</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><b>LA DEVOCIÓN A MARÍA SANTÍSIMA<o:p></o:p></b></span></p><div class="separator" style="clear: both;">
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">¡Qué grande esperanza de salvación tiene toda alma que
confía en la intercesión de la Madre de Dios! El que me encuentra, encuentra la
vida y alcanza del Señor la salvación (Prov 8,35), canta la Santa Iglesia,
aplicando a María, en sus fiestas, estas palabras del sabio: «El que me encuentra
-dice María- por medio de una sincera devoción, encontrará en la tierra la vida
de la gracia, y en el cielo la salvación eterna».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Hablando SAN ANSELMO con la Madre de Dios, llega a afirmar:
«Así como es imposible ¡oh Virgen bendita! que se salve aquél a quien Tú
rechazas, es también imposible que se condene aquél que, convirtiéndose a Ti,
logra tus miradas». SAN ANTONINO viene a decir lo mismo: «Es necesariamente
candidato de la salvación y de la gloria aquél en quien María pone sus ojos
como abogada». Y SAN BUENAVENTURA escribió que «el que obtiene el favor de
María es mirado como conciudadano por los bienaventurados, y por su carácter de
protegido de la Virgen, es inscrito en el libro de la Vida», viviendo aún en la
tierra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Sí, la devoción de María es un indicio de predestinación.
Explica el doctor Angélico que a María se le llama Estrella del mar porque «así
como el navegante, por las estrellas, se orienta hacia el puerto, así los
cristianos navegan hacia el cielo por medio de María».<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Si un verdadero devoto de María se condenara, tendría que
ser o por falta de amor o por falta de poder en la Virgen; ahora bien: «ni el
amor ni el poder le pueden faltar», como nota SAN BERNARDO; por consiguiente,
nunca se condenará un verdadero devoto de María.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">_______</span></p></div><p><br /></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-62112946204652663732022-04-15T08:52:00.005-05:002022-04-15T08:52:27.780-05:00Viernes santo: ¿Cristo murió voluntariamente?<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIN3bNaJ8zWffSJWLgGsNID0CUQdA1OMBMU-QEFX7N4grjm4lIlRmpQwho8yxi-pfJcNj6S4dROWPlSEhVAykN7Eh-Y5htv-hY0NdN7HBwNr6KGoFuWkzsQ748YRiKPfjWmcMDucCO-2ylhSQBJWmYn4r6jYByC5gNTRyY4GquEcoNQotVaGu2o6th/s1200/viernes_santo.png_423682103.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIN3bNaJ8zWffSJWLgGsNID0CUQdA1OMBMU-QEFX7N4grjm4lIlRmpQwho8yxi-pfJcNj6S4dROWPlSEhVAykN7Eh-Y5htv-hY0NdN7HBwNr6KGoFuWkzsQ748YRiKPfjWmcMDucCO-2ylhSQBJWmYn4r6jYByC5gNTRyY4GquEcoNQotVaGu2o6th/s320/viernes_santo.png_423682103.webp" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;">Santo Tomás de Aquino en la cuestión 47 de la 'tertia pars' explica algunas cosas muy interesantes acerca de la pasión y muerte de nuestro señor.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;">Veamos una en especial, aquella de la que habla en el artículo primero de dicha cuestión. Allí la cuestión inicia así:</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><b><i>Utrum Christus fuerit ab alio occisus, an a seipso</i></b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><b><br /></b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><b>De si Cristo fue muerto por otro, o por sí mismo.</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;">Se pregunta santo Tomás si la muerte de Cristo fue causada por quienes directamente llevaron a cabo la crucifixión y le infligieron ese tremendo daño físico a su humanidad, o si hay que decir más bien que propiamente hablando Cristo murió en el momento en el que así lo dispuso.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;">Pongamos aquí la cita completa de la respuesta del santo:</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;">_______________________</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><i>Un sujeto puede ser causa de algún
efecto de dos modos. Primero, actuando directamente sobre el efecto. Y, en este
sentido, los perseguidores de Cristo le mataron, porque le aplicaron la causa
suficiente para morir, con intención de matarle, y con el efecto consiguiente,
esto es, porque de aquella causa se siguió la muerte.<o:p></o:p></i></span></p>
<p style="text-align: left;"><span style="font-size: 14pt;"><i>Segundo, actuando indirectamente, es
decir, <b><span style="color: red;">porque no impide, pudiendo hacerlo</span></b>, como si dijésemos que uno moja a
otro porque no cierra la ventana, a través de la cual entra la lluvia. Y, en
este sentido, <b><span style="color: red;">Cristo fue causa de su pasión y muerte, porque pudo impedirlas.</span></b>
En primer lugar, conteniendo a sus enemigos, de modo que o no quisiesen o no
pudiesen matarle. En segundo lugar, porque <b><span style="color: red;">su espíritu tenía poder para
conservar la naturaleza de su cuerpo, de suerte que no recibiera ningún daño</span></b>.
Tal poder lo tuvo el alma de Cristo porque estaba unida al Verbo de Dios en
unidad de persona, como dice Agustín en IV De Trin.. Por consiguiente, al no
rechazar el alma de Cristo ningún daño inferido a su cuerpo, sino queriendo que
su naturaleza corporal sucumbiese a tal daño, se dice que <b><span style="color: red;">entregó su espíritu o
que murió voluntariamente.</span></b></i></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: 14pt;"><i>_____________________________</i></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: 14pt;"><i><br /></i></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Nos dice allí el santo que Cristo hubiera podido impedir su muerte si así lo hubiera querido. Tanto deteniendo a sus agresores, como preservando su naturaleza corporal del daño en virtud de la facultad del Verbo unido en la persona a la naturaleza humana.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En palabras sencillas lo anterior quiere decir que Cristo, como Verbo de Dios, hijo del padre y segunda persona de la Santísima Trinidad, en unión hipostática con la naturaleza humana, tenía virtud suficiente para impedir el daño físico causado a su naturaleza corporal. Pero no lo hizo así, aun pudiendo, por donde concluye santo Tomás que murió voluntariamente, es decir, permitió voluntariamente que su naturaleza corporal padeciera un daño capaz de causarle la muerte.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Y es interesante la respuesta que más adelante da santo Tomás, en la contestación a la objeción segunda. Dice allí:</span></p><p style="text-align: left;">_____________________________________</p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><i>Cristo, para demostrar que la pasión
que le fue impuesta por la violencia no le quitaba la vida, <b><span style="color: red;">conservó la
naturaleza corporal en todo su vigor, de modo que, llegado el último momento,
diese un gran grito</span></b>. Esto se cataloga entre los otros milagros de su muerte.
Por lo cual se dice en Mc 15,39: Al ver el centurión, que estaba frente a él,
que había expirado gritando de ese modo, dijo: Verdaderamente este hombre era
Hijo de Dios.<o:p></o:p></i></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><i><b><span style="color: red;">Fue también admirable en la muerte de
Cristo la rapidez con que murió en comparación con lo que acaece con los otros
crucificados</span></b>. Por esto se dice en Jn 19,32-33 que quebraron las piernas de los
que estaban junto a Cristo, a fin de que muriesen pronto; pero, al llegar a
Jesús, le hallaron muerto, por lo que no le quebraron las piernas. Y en Mc
15,44 se narra que Pilato se admiró de que ya estuviera muerto. <b><span style="color: red;">Como por su
voluntad la naturaleza corporal se conservó en su vigor hasta el final, así
también, cuando quiso, cedió presto al daño inferido.</span></b></i><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">_______________________________</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">O sea que Cristo dando <b><u>un gran grito </u></b>al momento de morir (cosa imposible para toda persona que estaba crucificada y padeciendo semejante suplicio), mostró que hasta último momento poseía fuerzas suficientes y si entregó su espíritu fue voluntariamente.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En palabras sencillas: Cristo sufrió voluntariamente, padeció voluntariamente y murió en el momento en que así lo decidió. Literalmente se entregó queriendo.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">La tradición ha querido conservar la imagen del cordero llevado mansamente al matadero para referirse al modo de la muerte de Cristo. Y con la guía de santo Tomás comprendemos un poco mejor el sentido de esa expresión piadosa del cordero manso llevado a morir sin oponer resistencia.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Cristo murió de forma absolutamente voluntaria, murió queriendo, murió conscientemente de lo que le estaba ocurriendo.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">No hay amor más grande que ese.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">En este viernes santo recordemos el amor tan grande que tuvo Cristo en su corazón por todos nosotros, al punto de no dudar en entregarse a la muerte por nuestra salud.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Laus Deo.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;">Leonardo Rodríguez Velasco</span></p></div><br /><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-63840787712741012412022-04-15T08:24:00.004-05:002022-04-15T08:24:42.412-05:00Conferencia: el alma como forma substancial.<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/DzI7viODq54" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3374288963209425653.post-2464390679911632632022-01-22T10:57:00.005-05:002022-01-22T10:57:39.548-05:00Nuevo libro: La esencia de la caridad. De Santiago Ramírez.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://drive.google.com/file/d/1P7GBn7X-fq8tlQ5KvOsh95TNTHZTK_UK/view?usp=sharing" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" data-original-height="578" data-original-width="391" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhSpDZzpQG4FjcbXBgg_oU6lxyKER6PWOB_cMObM21C6t3vErC4Qhh7qBktB3TiOsOfkNn8ufyD2uk31ekDDGz3XyvWsJZS7aKH0Ms7bntdTcLF7KYdqqtOBSGeYVXaKlkniWPGKRR_WV4vSKCTp2YzXI7PsGl2tAL1I5u9Cb7Rq1SbVr7R_sKOqO6C=w270-h400" width="270" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">(clic)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;">Traemos hoy otro libro del célebre dominico español padre Santiago Ramírez, gran tomista del siglo pasado.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><br /><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0