(Presentamos a continuación, en dos entradas sucesivas, un texto de Daniel Iglesias, tomado de "Razones para nuestra esperanza", en el que con bastante claridad explica las célebres 5 "vías" tomistas para DEMOSTRAR la existencia de Dios)
ESTRUCTURA GENERAL DE LAS CINCO “VÍAS”
Las pruebas clásicas de la existencia de Dios son las "cinco vías" expuestas por Santo Tomás de Aquino (1226-1274) en Suma Teológica 1, 2, 3. Son demostraciones a posteriori, puesto que parten de datos experimentales (la existencia de entes con propiedades que denotan contingencia). Kant las llamó "pruebas cosmológicas", aunque son en realidad pruebas metafísicas, basadas en el principio metafísico de causalidad: "Todo ente contingente tiene una causa". Un ser es contingente si es y puede no ser; en cambio, un ser es necesario si es y no puede no ser.
El principio de causalidad depende del principio de razón de ser: "Todo lo que existe tiene su razón de ser". Todo ente que no tiene en sí mismo su razón de ser la tiene en otro ente (su causa). Aunque Tomás sigue distintos razonamientos en su exposición de cada una de las cinco vías, éstas pueden ser reducidas a la siguiente estructura general:
Primer paso: análisis metafísico del dato empírico
Silogismo 1:
Mayor 1: Todo ente que tiene la propiedad P es contingente.
Menor 1: El ente S tiene la propiedad P.
Conclusión 1: El ente S es contingente.
La Mayor 1 será demostrada más adelante para cada una de las vías.
La Menor 1 es un dato empírico. La propiedad P, que denota contingencia, es diferente en cada una de las cinco vías: movimiento, dependencia causal, contingencia, perfección limitada, sometimiento a leyes naturales.
Segundo paso: núcleo de la prueba
El núcleo de la prueba comienza con el siguiente par de silogismos:
Silogismo 2:
Mayor 2: Todo ente contingente tiene una causa.
Menor 2: El ente S es contingente.
Conclusión 2: El ente S tiene una causa (S').
Silogismo 3:
Mayor 3: Todo ente es necesario o contingente.
Menor 3: S' (causa de S) es un ente.
Conclusión 3: S' es necesario o contingente.
La Mayor 2 es el principio metafísico de causalidad.
La Menor 2 es la Conclusión 1.
La Mayor 3 se deduce del principio lógico de tercero excluido.
La Menor 3 es la Conclusión 2 (reformulada).
La Conclusión 3 ofrece dos alternativas:
Si S' es necesario, hemos hallado el ser necesario que estábamos
buscando.
Si S' es contingente, existe el ente S” que es causa de S’ y debemos
volver a aplicar los Silogismos 2 y 3, cambiando S por S' y S' por S''.
La parte final del núcleo de la prueba es la exclusión de una
regresión infinita:
Si S' es la causa de S y S'' es la causa de S', entonces S'' es la causa de la causa de S. Sin S'', S' no podría ser la causa de S. No es posible que la sucesión S', S'', S'''... de causas contingentes sea infinita, porque entonces finalmente ninguna de ellas (ni el conjunto infinito formado por todas ellas) podría fundamentar la razón de ser de S. El retroceso al infinito hace retroceder indefinidamente el problema de cuál es la razón de ser de S, pero sin resolverlo y, más aún, haciendo imposible su resolución. Ahora bien, todo tiene una razón de ser. La regresión debe detenerse en un ente D que es necesario y es el primer término de la sucesión de causas de S (es su "causa primera"). Este ente es llamado "Dios".
Contra la posibilidad de una sucesión infinita de causas puede aducirse también que, en dicha sucesión, o bien hay elementos repetidos o bien no hay elementos repetidos. Si los hay, se trata de una cadena circular compuesta por una cantidad finita de entes. En este caso cada eslabón de la cadena sería causa de sí mismo, lo cual es absurdo. Si no hay elementos repetidos, se trata de una cadena lineal compuesta por una cantidad infinita de entes actuales, lo cual es absurdo.
Tercer paso: análisis metafísico del Ser Necesario
Silogismo 4:
Mayor 4: Todo ente necesario no tiene la propiedad P.
Menor 4: Existe el ente D que es causa primera de S y es necesario.
Conclusión 4: El ente D no tiene la propiedad P.
La Mayor 4 se demuestra por el absurdo (las demostraciones por el absurdo se basan en el principio lógico de no-contradicción).
Supongamos que un ente necesario tiene la propiedad P. Entonces, por el Silogismo 1 se deduce que ese ente es contingente (o sea, no necesario), lo cual contradice la hipótesis.
La Menor 4 es la conclusión alcanzada en el núcleo de la prueba.
Este análisis permite deducir uno de los atributos divinos. Dios es tal que no admite la propiedad P, que denota contingencia.
Combinando las cinco vías y sus consecuencias, el silogismo global de Santo Tomás es el siguiente: Existe un ser que es Primer Motor, Causa Primera, Ser Necesario, Ser Perfectísimo, Gobernador del Mundo, Simple, Inmaterial, Personal, etc. Ahora bien, un ser así es lo que llamamos "Dios". Luego, Dios existe.
Por lo tanto, en rigor la prueba tomista de la existencia de Dios no termina en el artículo de las cinco vías, puesto que sólo tras la deducción de los atributos de la Causa Primera se puede asegurar que aquello cuya existencia se ha demostrado es el mismo ser que llamamos "Dios".
Las pruebas clásicas de la existencia de Dios son las "cinco vías" expuestas por Santo Tomás de Aquino (1226-1274) en Suma Teológica 1, 2, 3. Son demostraciones a posteriori, puesto que parten de datos experimentales (la existencia de entes con propiedades que denotan contingencia). Kant las llamó "pruebas cosmológicas", aunque son en realidad pruebas metafísicas, basadas en el principio metafísico de causalidad: "Todo ente contingente tiene una causa". Un ser es contingente si es y puede no ser; en cambio, un ser es necesario si es y no puede no ser.
El principio de causalidad depende del principio de razón de ser: "Todo lo que existe tiene su razón de ser". Todo ente que no tiene en sí mismo su razón de ser la tiene en otro ente (su causa). Aunque Tomás sigue distintos razonamientos en su exposición de cada una de las cinco vías, éstas pueden ser reducidas a la siguiente estructura general:
Primer paso: análisis metafísico del dato empírico
Silogismo 1:
Mayor 1: Todo ente que tiene la propiedad P es contingente.
Menor 1: El ente S tiene la propiedad P.
Conclusión 1: El ente S es contingente.
La Mayor 1 será demostrada más adelante para cada una de las vías.
La Menor 1 es un dato empírico. La propiedad P, que denota contingencia, es diferente en cada una de las cinco vías: movimiento, dependencia causal, contingencia, perfección limitada, sometimiento a leyes naturales.
Segundo paso: núcleo de la prueba
El núcleo de la prueba comienza con el siguiente par de silogismos:
Silogismo 2:
Mayor 2: Todo ente contingente tiene una causa.
Menor 2: El ente S es contingente.
Conclusión 2: El ente S tiene una causa (S').
Silogismo 3:
Mayor 3: Todo ente es necesario o contingente.
Menor 3: S' (causa de S) es un ente.
Conclusión 3: S' es necesario o contingente.
La Mayor 2 es el principio metafísico de causalidad.
La Menor 2 es la Conclusión 1.
La Mayor 3 se deduce del principio lógico de tercero excluido.
La Menor 3 es la Conclusión 2 (reformulada).
La Conclusión 3 ofrece dos alternativas:
Si S' es necesario, hemos hallado el ser necesario que estábamos
buscando.
Si S' es contingente, existe el ente S” que es causa de S’ y debemos
volver a aplicar los Silogismos 2 y 3, cambiando S por S' y S' por S''.
La parte final del núcleo de la prueba es la exclusión de una
regresión infinita:
Si S' es la causa de S y S'' es la causa de S', entonces S'' es la causa de la causa de S. Sin S'', S' no podría ser la causa de S. No es posible que la sucesión S', S'', S'''... de causas contingentes sea infinita, porque entonces finalmente ninguna de ellas (ni el conjunto infinito formado por todas ellas) podría fundamentar la razón de ser de S. El retroceso al infinito hace retroceder indefinidamente el problema de cuál es la razón de ser de S, pero sin resolverlo y, más aún, haciendo imposible su resolución. Ahora bien, todo tiene una razón de ser. La regresión debe detenerse en un ente D que es necesario y es el primer término de la sucesión de causas de S (es su "causa primera"). Este ente es llamado "Dios".
Contra la posibilidad de una sucesión infinita de causas puede aducirse también que, en dicha sucesión, o bien hay elementos repetidos o bien no hay elementos repetidos. Si los hay, se trata de una cadena circular compuesta por una cantidad finita de entes. En este caso cada eslabón de la cadena sería causa de sí mismo, lo cual es absurdo. Si no hay elementos repetidos, se trata de una cadena lineal compuesta por una cantidad infinita de entes actuales, lo cual es absurdo.
Tercer paso: análisis metafísico del Ser Necesario
Silogismo 4:
Mayor 4: Todo ente necesario no tiene la propiedad P.
Menor 4: Existe el ente D que es causa primera de S y es necesario.
Conclusión 4: El ente D no tiene la propiedad P.
La Mayor 4 se demuestra por el absurdo (las demostraciones por el absurdo se basan en el principio lógico de no-contradicción).
Supongamos que un ente necesario tiene la propiedad P. Entonces, por el Silogismo 1 se deduce que ese ente es contingente (o sea, no necesario), lo cual contradice la hipótesis.
La Menor 4 es la conclusión alcanzada en el núcleo de la prueba.
Este análisis permite deducir uno de los atributos divinos. Dios es tal que no admite la propiedad P, que denota contingencia.
Combinando las cinco vías y sus consecuencias, el silogismo global de Santo Tomás es el siguiente: Existe un ser que es Primer Motor, Causa Primera, Ser Necesario, Ser Perfectísimo, Gobernador del Mundo, Simple, Inmaterial, Personal, etc. Ahora bien, un ser así es lo que llamamos "Dios". Luego, Dios existe.
Por lo tanto, en rigor la prueba tomista de la existencia de Dios no termina en el artículo de las cinco vías, puesto que sólo tras la deducción de los atributos de la Causa Primera se puede asegurar que aquello cuya existencia se ha demostrado es el mismo ser que llamamos "Dios".
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