“El principio de inmanencia es una postura gnoseológica
donde hay una primacía del pensamiento
con respecto al ser de las cosas…”
Los dos principales elementos
que han contribuido a fundar el principio de inmanencia:
1.
“El primero es la simplificación del proceso cognoscitivo que se centra en el concepto de
idea en Descartes. Se podrá observar que dicho proceso reduce el
pensamiento a percepción en la
conciencia, donde se mezclan y confunden los datos proporcionados por los
sentidos externos e internos.…”
2.
“El segundo es el representacionismo, que admite
que sólo las representaciones de la
mente son los auténticos objetos reales, las cosas son causa y meros casos
que se presentan en la realidad...”
“El principio de inmanencia admite el conocimiento de las
ideas pero niega una aproximación real
con las cosas, la verdad se genera en el propio ser humano. Este principio
puede conducir de una manera casi directa al relativismo gnoseológico. Esto se
debe al carácter intrínseco de su gnoseología, ya que la razón principal del
conocimiento radica en el mismo sujeto…”
“Descartes todavía admite una realidad extramental, que la
podemos conocer con su peculiar método, pero su gnoseología rompe con el realismo del conocimiento. En la
filosofía de Kant, en cambio, el principio de inmanencia adquiere ya una
madurez plena. Se admite la incapacidad del conocimiento humano de conocer el
noúmeno, solamente podemos conocer el fenómeno a partir de nuestras formas a
priori de la sensibilidad y el entendimiento. El “giro copernicano” propuesto por Kant centra el fundamento de la
verdad en el hombre y deja a las cosas tal cual son, sin poder admitir en
ellas más que la objetividad de que son…”
“Al ser el hombre el protagonista principal del conocimiento
y dejar relegadas de manera pasiva a las cosas extramentales, el subjetivismo se proclama director del pensamiento
y de la determinación consciente de lo que será la verdad…”
“De esta manera, la
verdad surge desde dentro del hombre, y lo lógico es que pueda haber
percepciones diferentes acerca de una misma cosa, con lo cual, se acepta la posibilidad de distintos tipos
de verdades dependiendo de lo que a cada uno le muestra su razón…”
“En efecto, el principio de inmanencia deja el protagonismo
de la verdad de las cosas al sujeto, desaparece la adecuatio rei et intelectus, y como no hay un punto común de
referencia, que en el realismo era el mismo ser de las cosas, el conocimiento fluctúa y puede volverse
relativo…”
Tomado de “El relativismo y el principio de inmanencia”, de
Miguel Acosta López
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