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lunes, 1 de febrero de 2016

(5) Las virtudes: preguntas y respuestas.



Semilla de la virtud, su nacimiento y su aumento en el campo de nuestra alma

P. ¿De dónde nace la virtud?

R. De Dios. Él es el Señor de las virtudes.

P. ¿Cuál es la semilla de las naturales?

R. Estas tienen sus principios en la sindéresis.

P. ¿De dónde proceden las sobrenaturales?

R. Del Espíritu Santo, que las infunde en nuestro corazón. Unas y otras las siembra Dios. Estas como autor de un orden sobrenatural, y aquéllas como autor de la naturaleza.

P. ¿Dónde echa Dios esta semilla?

R. En el jardín de nuestra alma.

P. ¿En qué parte recibe nuestra alma la semilla de la virtud?

R. En la superior, esto es, en nuestro entendimiento y en nuestra voluntad. La tendencia de las potencias intelectuales a la verdad y la inclinación de las apetitivas al bien hacen de nuestra alma un jardín capaz y apto para recibir la semilla de todas las virtudes.

P. ¿Este mismo jardín es susceptible de recibir la semilla de los vicios?

R. Sí, porque nuestro entendimiento es capaz de recibir la luz y las tinieblas, la verdad y el error, y nuestra voluntad, siendo libre, puede abrazar el mal y el bien.

P. ¿De dónde procede que unos son aptos para una virtud más que para otra y que un mismo sujeto tiene más disposición para unas virtudes que para otras?

R. Esto viene de la complexión de nuestro cuerpo, la cual ayuda para el ejercicio de una virtud más que para el ejercicio de otra; puede también proceder de que el Espíritu Santo infunde las que quiere a quien quiere; o de haber sido comprometido por un conjunto de circunstancias a practicar unas con más estudio que otras.

P. Las virtudes, sean naturales, sean sobrenaturales, ¿cómo nacen, cómo crecen, y cómo se aumentan?

R. Del mismo modo que todos los vivientes que existen en el tiempo, esto es, poco a poco, con tiempo y por grados. Las sobrenaturales, mediante una nueva infusión de la gracia y de los dones del Espíritu Santo; y todas, mediante la práctica, ejercicio y actos de ellas.

P. ¿Se siembran, nacen, crecen y se aumentan todas juntas?

R. Ya hemos dicho que todas las virtudes estaban unidas a la caridad y que formaban, bajo esta consideración, una sola planta; ésta es planta en su semilla, es planta cuando nace, es planta cuando crece y es planta cuando llega a su perfección y, por consiguiente, se siembra toda entera, nace toda entera, crece toda entera; pero, bajo otras consideraciones, aparecen en el campo de nuestra alma unas antes que las otras. Según el orden de excelencia, la caridad es la primera de todas; nace con todas, crece con todas y es el tronco que reúne en sí todas las raíces –símbolo de los hábitos de todas ellas–, las ramas –que son los actos que salen sobre la tierra– y los frutos. Por este tronco pasa el zumo de la gracia y dones del Espíritu Santo, que alimenta todo el árbol. Según el orden de generación, los dones nacen primero que las virtudes infusas, la fe primero que la esperanza, la fe y esperanza primero que la caridad.

Adquirimos las unas primero que otras.

(Tomado de "Catecismo de las virtudes", Francisco Palau)


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