Un día como hoy, (25 de octubre según el calendario juliano; 11 de noviembre en el calendario gregoriano) hace cien años, tuvo lugar la llamada Revolución de octubre, que no fue otra cosa que la llegada violenta de los bolcheviques al poder en Rusia. Dicha revolución marcó el inicio de la implantación del marxismo en Rusia, desde donde se expandió a muchas partes del mundo en lo restante del siglo XX.
El marxismo nació como crítica al capitalismo surgido de la mano de la revolución industrial, aunque tiene raíces teóricas muchos siglos atrás, incluso muchos hablan de "comunismo" en algunas ideas del filósofo griego Platón. El marxismo se dirigía a los "oprimidos" y les ofrecía un futuro de "liberación", "justicia" e "igualdad". El medio usado para la construcción de ese "hermoso" futuro era la revolución social, la lucha a muerte de las clases sociales, de los "oprimidos" contra los "opresores". De hecho en Rusia las masacres, los ríos de sangre y los campos de concentración, marcaron todo el periodo de dominio marxista. Ríos de sangre corriendo en nombre de la "igualdad" humana.
Pero ya no estamos en 1917, han pasado cien años y muchos dicen hoy que el marxismo desapareció y que vivimos en una época de "democracia", que con todo y sus defectos, es el mejor sistema posible y el más alto punto de evolución de la "política" mundial.
Entonces, ¿por qué traer hoy a la memoria la Revolución de octubre? Porque nosotros, como muchos otros, creemos que el marxismo no solo no ha desaparecido, sino que ha incorporado nuevas estrategias y nuevos militantes. Su objetivo sigue siendo el mismo, la abolición de los restos de civilización cristiana, representados en instituciones como el matrimonio, la familia tradicional, la propiedad privada, la fe católica, etc. Pero las estrategias han cambiado, si bien en algunos lugares del mundo el marxismo en su versión más rancia sigue vigente, y ahora incorpora en su lucha nuevas tácticas, como por ejemplo las que constituyen eso que muchos llaman hoy 'nueva izquierda' o 'marxismo cultural', del que ya hemos hablado en otra ocasión y del que seguramente hablaremos aún más adelante.
Dicho marxismo cultural seduce hoy a miles y gana terreno ante nuestros ojos por todo el mundo. Sus tesis son lo suficientemente sencillas como para difundirse rápido entre la masa y sus promesas lo suficientemente atractivas como para seducir a incautos.
En Fátima la virgen santa advirtió que Rusia esparciría sus errores por el mundo entero. Es lo que vemos hoy.
Leonardo Rodríguez.
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