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sábado, 24 de diciembre de 2016

La era de la "posverdad"

Hace unos días paseándome por Internet en busca de un texto que andaba necesitando, me encontré por casualidad con la palabra “posverdad”. Resulta que el Diccionario Oxford, una especie de enciclopedia muy prestigiosa, la ha escogido como palabra del año, en inglés se escribe: post-truth.

Según los eruditos de Oxford, la expresión ‘post-truth’ hace referencia a una actitud de la generación actual, según la cual ya no importa, ni interesa y probablemente ni siquiera exista (y si existe no importa) la verdad objetiva, es decir, aquella que es tal independientemente de los seres humanos. Sino que todo son solamente gustos y opiniones personales, particulares.

Esta actitud, según Oxford, se habría manifestado este año en eventos políticos tales como la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea o el triunfo de Donald Trump en la presidencia de EEUU. Pues, sin ocultar sus propias inclinaciones políticas, los señores del Diccionario Oxford consideran que dichos resultados se deben en gran parte a que triunfó la desinformación de tipo irracional y emotiva, por sobre la verdad objetiva de cada situación. Pero más allá de estos supuestos ejemplos de “posverdad”, quisiera señalar aquí otros que pertenecen más a la cotidianidad de las personas comunes y corrientes, y que permiten ver que efectivamente estamos en la era “después de la verdad”, es decir, que muchos (casi todos) hoy son ‘posverdadianos’ (y perdón por esa palabra tan fea).

-          Son posverdadianos los que apoyan el aborto diciendo que lo que vale es la libertad de cada uno a decidir, y que no hay normas de moralidad objetivas, sino que cada uno decide lo bueno y lo malo.

-          Son posverdadianos los que apoyan la eutanasia diciendo que lo que vale es la libertad de cada uno a decidir, y que no hay normas de moralidad objetivas, sino que cada uno decide lo bueno y lo malo.

-          Son posverdadianos los que apoyan la ideología de género diciendo que lo que vale es la libertad de cada uno a decidir, y que no hay normas de moralidad objetivas, sino que cada uno decide lo bueno y lo malo.

-          Son  posverdadianos los que apoyan la adopción de niños por parejas homosexuales diciendo que lo que vale es la libertad de cada uno a decidir, y que no hay normas de moralidad objetivas, sino que cada uno decide lo bueno y lo malo.

-          Son posverdadianos los que apoyan el consumo de droga diciendo que lo que vale es la libertad de cada uno a decidir, y que no hay normas de moralidad objetivas, sino que cada uno decide lo bueno y lo malo.

-          Son posverdadianos los que apoyan el mal llamado “matrimonio” homosexual diciendo que lo que vale es la libertad de cada uno a decidir, y que no hay normas de moralidad objetivas, sino que cada uno decide lo bueno y lo malo.

-          Son posverdadianos los que enseñan que la Iglesia no se debe meter en política, porque es, según ellos, una doctrina de tiempos pasados que ya hoy no vale porque va contra la “sagrada” libertad humana.

-          Son posverdadianos los que enseñan que la política debe ser independiente de la moral, porque eso, según ellos, es una doctrina de tiempos pasados que ya hoy no vale porque va contra la “sagrada” libertad humana.

-          Son posverdadianos los que enseñan que la biología no importa, pues cada uno decide a que “género” quiere pertenecer (hoy hombre, mañana mujer, pasado delfín, y así), opinar que la biología importa es, según ellos,  una doctrina de tiempos pasados que ya hoy no vale porque va contra la “sagrada” libertad humana.

-          Son posverdadianos, en fin, todos los que al hablar de temas relacionados con aspectos morales de la conducta humana, te miran y te dicen: nadie tiene la verdad absoluta, por lo tanto esa es tu opinión y la respeto, tú respeta la mía.

Y ¿cuál es el origen de todo esto? ¿Cómo se ha llegado a la era de la ‘posverdad’? creemos que la causa ha sido un largo proceso histórico de olvido del ser de la inteligencia humana, ya que a partir de Descartes, o incluso antes con Ockham, los pensadores distorsionaron el ser de la inteligencia: racionalismo, empirismo, idealismo, etc. Y de una inteligencia distorsionada han salido luego decenas de doctrinas demenciales que ya nada tienen que ver con lo real, sino que más bien han sido creadas para satisfacer el mero orgullo humano.

Lo único que podemos oponer eficazmente a esta era de la ‘posverdad’ es la recuperación íntegra y frontal del patrimonio escolástico sobre el ser de la inteligencia, pensar sobre la inteligencia tal y como pensaron grandes como Tomás de Aquino. No veo otro camino.

Mientras eso pasa, veremos cada día los triunfos estrambóticos de los profetas de la ‘posverdad’.


Leonardo Rodríguez




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