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viernes, 22 de febrero de 2019

(7) Características diferenciales de la moderna filosofía, respecto de la medieval


7) Primacía de la praxis sobre la teoría


Esta última nota de la filosofía que en la Edad Moderna reemplazó a la medieval es naturalmente una consecuencia de las anteriores. Hemos visto cómo el hombre medieval prefería una mirada sobre el mundo que hemos llamado sapiencial, por sobre una mirada meramente práctica. Con mirada sapiencial nos referimos al hecho de que el intelectual medieval contemplaba al mundo como obra de Dios, ordenado con sabiduría y amor por Él, susceptible de ser comprendido por la inteligencia humana que a través precisamente de dicho conocimiento reconocía su origen y establecía relaciones de religiosa veneración con su divino Hacedor. La naturaleza era para el medieval un gran libro en el cual podía leer las huellas de Dios, de su poder y de su amor. Todo esto requería obviamente de condiciones que lo hicieran posible, como por ejemplo la vitalidad de potencia metafísica de su inteligencia y la preeminencia social de la iglesia, guardiana de la espiritualidad cristiana. La Edad Moderna corroe precisamente esas dos bases, las nuevas teorías sobre la naturaleza del conocimiento, sobre el alcance de la inteligencia humana, etc., junto al progresivo declive de la influencia social de la iglesia, minaron las condiciones que hacían posible la mirada sapiencial del medieval. En su reemplazo se consolidó, junto a la aparición de la ciencia moderna, un esfuerzo netamente pragmático, una mirada instrumental sobre la naturaleza. Ya no era el gran libro que hablaba del poder y la bondad de Dios, sino ante todo el campo de despliegue del poderío de dominio de la técnica humana. Era un nuevo horizonte el que se abría ante los ojos del hombre del futuro.

Precisamente a ello hace referencia la primacía de la praxis sobre la teoría. La palabra praxis viene del griego y significa práctica. Mientras que la palabra teoría hace aquí referencia a lo meramente abstracto y contemplativo. De esa forma una actitud práctica sería lo opuesto a una actitud teórica, puesto que en cierto sentido el práctico sería verdaderamente útil a sí mismo y al progreso de la sociedad en general, al paso que el teórico sería un actor pasivo, envuelto en meras especulaciones sin fruto alguno individual o social.

Así las cosas, en un mundo que se alejaba de la mirada sapiencial del intelectual del medioevo y daba la bienvenida a la llegada de un mundo técnico, pragmático, productivo, etc., era natural que comenzara a primar lo práctico sobre lo teórico, en el sentido peyorativo antes descrito.

También hoy día es muy sencillo rastrear todo esto en nuestra sociedad. Ya lo hicimos en un artículo anterior y nos excusamos de repetir lo que allí se dijo, para no importunar al amable lector. Él mismo puede hacer el ejercicio de ver a su alrededor y evaluar lo que llevamos dicho.


Leonardo Rodríguez V.


Continuará...  


8) Rechazo a-priori de la tradición filosófica
9) Idea de la libertad como pura auto-determinación


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