Todas las ciencias tienen un objeto
de estudio, es decir, algún sector de la realidad que tratan de conocer, como
la biología considera el mundo viviente, la matemática estudia los aspectos
cuantitativos de las cosas, o la geografía física se ocupa de la configuración
de la superficie terrestre. El objeto de la investigación científica define a
cada ciencia, discriminándola de las demás, y dando unidad interna a todos los
conocimientos que la componen.
Se suele distinguir entre el objeto material, que es el conjunto de las
cosas estudiadas por un saber científico, y el
objeto formal, o aspecto que cada ciencia considera en el ámbito de su objeto
material: por ejemplo, la biología tiene como objeto material a los vivientes,
y su objeto formal es la vida; la medicina estudia el cuerpo humano (objeto material)
en cuanto susceptible de salud y enfermedad (objeto formal).
La metafísica estudia el ente en cuanto ente, sus propiedades y sus
causas
Las ciencias particulares tienen
por objeto determinados sectores o aspectos de la realidad. Pero ha de haber
una ciencia que estudie toda la realidad, fijándose en aquello que todas las cosas
tienen en común, esto es en cuanto «son», «son» cosas, algo «real». Estos
aspectos comunes están presupuestos por
los demás conocimientos más particulares, porque cuando un botánico clasifica y
estudia las especies vegetales, sabe que aquellas cosas son «algo», son
«entes», y esta noción es previa a las que corresponden a cada especie de la
vida vegetal.
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El ente: lo que ordinariamente se llaman cosas, realidades o seres, en
metafísica reciben el nombre de entes. Ente significa «lo que es», algo dotado
de la propiedad de ser. Son entes todas las cosas: un árbol, un pájaro, un hombre,
un diamante...; pero así como «pájaro» indica una naturaleza determinada, o un
modo de ser, «ente» señala la realidad de que el pájaro es. La palabra «ente» procede del verbo ser: en
latín, ens (genitivo, entis); es el participio presente del verbo
esse (ser); del mismo modo que a un hombre en cuanto oye se le llama oyente, y
en cuanto estudia estudiante, así en cuanto es o tiene ser, se le llama ente.
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En cuanto ente: «las demás ciencias, que tratan de entes particulares,
ciertamente consideran el ente, pues todos los objetos de las ciencias son
entes; sin embargo, no estudian el ente en cuanto ente, sino en cuanto es tal ente,
por ejemplo el número, la línea, el fuego y cosas similares». El objeto
material de la metafísica es toda la realidad, pues todas las cosas son entes,
aunque de modo diverso. Pero su objeto formal es el ente en cuanto tal, considerado
en su carácter de ente. La metafísica, aunque trata de todas las cosas, no es
la suma de las diversas ciencias o su síntesis (como mantiene el positivismo),
sino algo distinto, pues estudia un aspecto propio y específico, que los demás
saberes presuponen: el ser de las cosas.
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Sus propiedades y sus causas: cada ciencia, al considerar su objeto,
necesariamente se ocupa de todas sus características y de todo lo que a él se
refiere de algún modo. Así como la física estudia las consecuencias que se siguen
del hecho de que los cuerpos tengan masa, energía, etc., la metafísica ha de
tratar de las propiedades que resultan de las cosas en cuanto entes; le corresponde
descubrir si hay aspectos que se desprenden del ser de las cosas o no, por
ejemplo, la «verdad» procede del ser de las cosas, pero la «materia» no es una
condición exigida necesariamente por el ser.
(tomado del libro cuya imagen encabeza la entrada)