Ente es «lo que es» (id
quod est). No es posible dar una definición estricta de ente, porque definir es
situar una realidad dentro de un concepto más amplio (su género); como decimos,
por ejemplo, que automóvil es un tipo de vehículo con motor, para pocas
personas, etc. Ente, en cambio, es el concepto que abarca todo género de realidades,
de manera que ya no cabe encuadrarlo en una noción más universal. A título de
descripción, se puede indicar el significado de ente como «lo que es», «lo que existe»,
«lo que es real», y así son entes un hombre, un pájaro, un avión. Este término,
sin embargo, no expresa exactamente lo mismo que «cosa», ya que procede del
verbo ser y designa a las cosas en cuanto son; así como viviente es el que
vive, cantante el que canta, o corredor el que corre.
En el lenguaje
ordinario, ente se utiliza raras veces y con un significado impreciso, para
aludir a algo que no conocemos bien, o que conocemos de un modo muy
indeterminado. En cambio este vocablo es más corriente en la terminología
jurídica, que habla de «entes morales» y de «entidades» para referirse a las
instituciones o sociedades jurídicamente reconocidas.
Es necesario eliminar
del término ente todo matiz de vaguedad. En metafísica ente tiene un
significado concreto y real: entes son las cosas que existen en el mundo.
Aunque en el habla común las llamamos seres, en el estudio de la filosofía es mejor
conservar el uso técnico de ente, para que así se pueda distinguir
adecuadamente del ser, que designa el acto del ente.
Se salva así la posible
ambigüedad de la palabra ser, que puede utilizarse como nombre y como verbo;
además, ente acentúa el carácter concreto e individual de las cosas existentes,
mientras ser, como todo infinitivo (leer, ver, etc.), tiene una significación todavía
indefinida.
La noción de ente no es
simple, sino que aparece compuesta por un sujeto (id quod) y un acto (est). En
esta noción intervienen dos elementos, a saber, algo que es, y el mismo “es” de
esa cosa. El «algo» (una persona, un barco, etc.) ejerce la función de sujeto,
es decir, de realidad a la que corresponde ser (así como el sujeto de la risa
es el que se ríe); el “es” señala el acto, la perfección propia de ese sujeto
(el reír es el acto de la persona que ríe).
Estos dos elementos constituyen
una unidad: al decir «ente» hacemos una referencia implícita al ser, aunque
todavía no formulemos el juicio «esto es» o «algo es»; a su vez, cuando oímos sólo
el verbo «es», echamos en falta, o se supone, el sujeto de ese acto. Ser y ente
se implican de manera recíproca.
En resumen podemos
afirmar:
1) Ente significa de
modo principal la cosa que es, y la designa precisamente en cuanto tiene el
ser.
2) Por eso, ente
significa de modo concomitante también el ser de esa cosa, el ejercicio del
acto de ser.
3) Ente indica, en
consecuencia, algo que existe en la realidad.
De manera derivada se
habla también de «ente de razón», que significa algo a modo de ente que es sólo
en la inteligencia humana; como por ejemplo, los personajes ficticios de una novela,
los seres que son producto de la fantasía, etc. Estos conceptos tienen un
cierto ser, que consiste en ser pensados por nuestra potencia intelectual. Se trata
simplemente de conceptos, o realidades mentales, sin existencia fuera del
entendimiento humano. Cuando decimos que algo es real, queremos indicar su contraposición
al ente de razón: un personaje real es un hombre no meramente pensado o soñado,
sino existente, de carne y hueso.
(tomado del libro cuya imagen encabeza la entrada)
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