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miércoles, 2 de octubre de 2013

El ángel de la guarda




San Bernardo:


"En todo lugar muéstrate respetuoso con tu Ángel.  Muévate a rendir culto a su grandeza el agradecimiento por sus beneficios.  Ama a ese futuro coheredero, que ahora es el tutor designado por el Padre para los días de tu niñez. Porque, aunque somos hijos de Dios, no pasamos ahora de niños y el camino es largo y peligroso. Pero Dios ha mandado a sus Ángeles que te guarden en todos tus caminos;  y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece en las piedras. Pisarás sobre áspides y basiliscos y hollarás al león y al dragón. Ciertamente, por donde el camino es fácil para un niño, su ayuda se reducirá a ser simplemente un guía, a sostenerte como se hace con los niños. Pero la prueba ¿corre peligro de exceder a tus fuerzas? Te llevarán en sus manos. ¡Manos de Ángeles! ¡Cuántos atolladeros temibles, saltados como sin darse cuenta merced a esas manos, sólo dejarán en el hombre la impresión de una pesadilla desvanecida rápidamente"

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