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lunes, 11 de febrero de 2019

(4) Características diferenciales de la moderna filosofía, respecto de la medieval


4. Inmanentismo


Acerca del inmanentismo ya hemos hablado en distintas ocasiones en este blog y también en los escritos que tenemos publicados. Vamos a dar aquí solo unas breves indicaciones sobre la naturaleza de ese error filosófico con consecuencias en los más diversos campos de la vida humana.

Inmanencia proviene del verbo latino “manere” que traduce permanecer, de donde ‘in-manencia’ vendría a ser algo así como una ‘permanencia-en’. Todo ello aplicado al universo de las facultades humanas de conocimiento. Veamos.

Normalmente se cree, o eso postula el sentido común y la filosofía realista, que existe el conocimiento, que el conocimiento consiste en aprehender la realidad y que esa aprehensión de la realidad que ocurre en el seno del conocimiento nos ofrece verdaderos conocimientos, es decir, que verdaderamente conocemos lo real extra-mental y no solo nuestras ideas. Desde esta postura el conocimiento nos abre hacia lo extramental, nos permite acogerlo en nosotros por medio de sensaciones, percepciones, conceptos, juicios y razonamientos.

El inmanentismo explica las cosas de forma distinta. El conocimiento existe, PERO no consiste en aprehender la realidad extramental, sino en percibir nuestro mundo interno, mundo formado por un flujo de conciencia donde encontramos ideas, sensaciones, sentimientos, planes, etc., pero que no podemos saber si todo ello se corresponde con una supuesta realidad extramental. Aún más, no sabemos tan siquiera si existe la realidad extramental puesto que en todo momento conocemos o percibimos únicamente nuestro propio mundo interno, nuestras ideas, nuestros conceptos. Se da entonces una ruptura entre lo real y lo mental.

En el realismo lo real y lo mental son dos esferas diversas pero unidas EN el fenómeno del conocimiento. En el inmanentismo lo real y lo mental no solo son esferas diversas sino extrañas la una de la otra, al punto de que lo único de lo que tenemos certeza es de nuestros pensamientos y una pretendida realidad extramental estará siempre entre paréntesis, puesto que no tenemos acceso cognoscitivo a ella. Lo extramental, como su nombre lo indica, permanece fuera de la mente y por tanto inalcanzable e incognoscible para el sujeto, encerrado en su mente sin posibilidad de ir más allá.

René Descartes postuló dicho principio de inmanencia en filosofía y después de él los que lo siguieron han sacado todas las consecuencias lógicas que de dicho principio se derivan.

¿Consecuencias? Varias y muy importantes. Ante todo la modificación radical del concepto de verdad y del universo de la ética.

En el inmanentismo el concepto de verdad se modifica por cuanto ésta pasa a ser ya no la adecuación entre el intelecto y la cosa, sino la coherencia del intelecto consigo mismo. Como ya no se conoce la realidad sino solo las propias ideas presentes en la conciencia del sujeto, la verdad ya no es el conocimiento de la realidad sino la identidad y coherencia del sujeto con su propio mundo interno. Es la subjetivización radical del concepto de verdad. La verdad a fin de cuentas acaba por ser lo que cada uno postule desde su conciencia. En el extremo de esa postura están los que afirman que entonces existirán tantas ‘verdades’ como individuos. Es la muerte de la verdad ‘objetiva’.

Junto a la muerte de la verdad ‘objetiva’ vendrá la muerte de la ética ‘objetiva’. Al no haber verdad sino solo postulados de la conciencia individual, la ética ve modificado enteramente su rostro. Ya no hay bien y mal objetivo, ya no hay conductas buenas y malas de suyo, ya no hay bondad o maldad objetivamente hablando; todo juicio moral pasará a depender exclusivamente de la conciencia de cada quien. Para decirlo en términos sencillos: bueno o malo será lo que cada uno diga, lo que cada uno juzgue como tal. Existirán entonces tantos sistemas éticos como individuos y será imposible hablar de una ética con pretensiones de universalidad. Todo pasa a ser relativo.

Lo anterior es consecuencia de ese inmanentismo de la filosofía que nace en tiempos de Descartes y se desarrolla a lo largo de toda la época moderna y contemporánea: si no hay captación de lo real, no hay verdad y por ende no habrá moral universal. Es el inicio del imperio del relativismo.


Leonardo Rodríguez V.


Continuará...



5) Liquidación de la metafísica
6) Dominio del conocimiento técnico-instrumental por sobre el filosófico-sapiencial
7) Primacía de la praxis sobre la teoría
8) Rechazo a-priori de la tradición filosófica
9) Idea de la libertad como pura auto-determinación 



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