miércoles, 27 de julio de 2022

A propósito de la filosofía de la naturaleza

Vamos a decirlo desde el comienzo: la filosofía de la naturaleza es la gran desconocida.

Cuando se habla de filosofía es normal asociarla con disciplinas como la lógica, la metafísica, la ética, la antropología y poco más; pero de ninguna manera se nos ocurre relacionarla inmediatamente con algo llamado filosofía de la naturaleza. Y sin embargo resulta que la filosofía de la naturaleza no solo es efectivamente una de las partes de la filosofía, sino que se trata de una parte con una capital importancia, ya que es en ella donde tomamos contacto primero y fundamental con lo real inmediato y lo asumimos en clave genuinamente filosófica. Decimos contacto primero porque en la lógica, por su sujeto específico, no se trata tanto de la realidad (por lo menos no de forma directa), sino más bien de nuestro modo de conocer lo real, de pensarlo. Y decimos contacto fundamental porque al iniciar la filosofía partiendo del contacto real, directo y concreto con el universo físico, se constituye ello en el fundamento y garantía de una filosofía eminentemente realista. Veamos.

Normalmente se nos dice que hay que iniciar por el estudio de la lógica. Y eso es correcto y está muy bien, se debe comenzar por la lógica, pues allí adquirimos las herramientas adecuadas para el bien pensar. Pero lo que debe venir en seguida ya no es siempre tan claro, ya que, si revisamos los manuales más corrientes, en seguida después de la lógica algunos continúan con la antropología, otros pasan directamente a la metafísica, algunos siguen con la ética y los hay también que continúan luego de la lógica con los asuntos relativos a la teoría del conocimiento o epistemología (para ajustarnos al modo actual de hablar, harto impreciso).

¿Qué debe seguir a la lógica? No puede ser la metafísica puesto que evidentemente la metafísica es más bien la cima de la investigación filosófica, la disciplina reina en la que finalmente se contemplan las razones últimas de todo, según como la inteligencia humana del “homo Viator” es capaz de alcanzarlas. Tampoco podría ser la ética, puesto que por mero sentido común resulta evidente que para tratar acerca del fin de los actos humanos y los medios que a él conducen, estando de por medio la libertad humana, las pasiones, los hábitos, vicios, vida en sociedad, etc., hay que conocer primero la misma naturaleza humana, tarea que se lleva a cabo en la antropología filosófica o filosofía del hombre.

¿Será entonces que luego de la lógica debe venir dicha filosofía del hombre o consideración filosófica sobre el ser humano? Tampoco, porque el ser humano, siendo como es un ente natural, un ser de la naturaleza, solo puede ser estudiado una vez que se poseen ya las generalidades al menos de lo que respecta a dichos entes naturales. Y llegamos así a la filosofía de la naturaleza, cuyo objetivo, para decirlo brevemente, es considerar en el orden filosófico la realidad natural entera, el ente natural, físico, móvil, potencial.

Tenemos entonces que después de la lógica ha de estudiarse la filosofía de la naturaleza.

Pero no decíamos arriba que es fundamental esta disciplina solo por este hecho de seguirse después de la lógica en un orden correcto de aprendizaje, sino ante todo por el hecho de que en la filosofía de la naturaleza entramos en contacto fecundo con la realidad, en el sentido más concreto de esta palabra, la realidad física, singular, afectada de temporalidad, espacialidad, etc. ¿Y esto es importante? ¡Claro, es importantísimo! ¿Por qué? Porque ello nos da la garantía de que todo lo que venga después se construirá sobre la base sólida de lo real, lejos de cualquier idealismo, o de cualquier pasión abstraccionista (palabra medio fea).

¿Y qué conceptos nos va a heredar la filosofía de la naturaleza? ¡Conceptos de la mayor importancia! Substancia, accidentes, esencial, accidental, formal, material, actual, potencia, y otros. Estos conceptos que en distintos niveles de visualización abstractiva van a ser transversales a lo largo de todas las demás disciplinas filosóficas, se aprehenden por vez primera en la filosofía de la naturaleza, es allí donde se conocen por primera vez, se abstraen por primera vez formalmente, se aprende a conocerlos, manejarlos y aplicarlos por primera vez. Y todo ello con la garantía de no estar especulando teorías ajenas a lo real y fruto meramente de espíritus abstractos, sino seguros de estar refiriéndonos con ellos a aspectos reales, de lo real-real, por decirlo de alguna manera.

De forma tal que el que no quiere empezar por la filosofía de la naturaleza y salta, por ejemplo, a la metafísica inmediatamente después de estudiar algunos rudimentos de lógica, seguramente al manejar en la metafísica todos esos conceptos fundamentales podrá dar de ellos una definición aprendida de memoria y elaborar un discurso coherente, pero ciertamente no podrá captar en todo su sentido, en toda su riqueza, ni en todo su alcance las propias afirmaciones que realice. Algo semejante al que luego de probar un exquisito plato pudiera hacer la lista de sus ingredientes pero sin saber de dónde vinieron ni por qué se mezclaron en la proporción en que el chef lo hizo.

No rechacemos entonces comenzar humildemente por la filosofía de la naturaleza; es entendible que la importancia de los asuntos metafísicos, o la atracción de los temas éticos o la evidente fascinación que puede provocarnos el estudio de la naturaleza humana, pueda impulsarnos a saltar etapas e ir directamente a lo que más nos interese, pero obrando así estaríamos impidiéndonos a nosotros mismos el logro de una real comprensión de tan importantes cuestiones.

¡Bienvenido entonces el esfuerzo por adentrarnos en la humilde pero importante filosofía de la naturaleza!


Leonardo Rodríguez Velasco.


 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Leonardo: Qué lástima lo del canal de youtube... Quería preguntar si habría alguna posibilidad de que se pueda dejar activo por un tiempo más por lo menos para poder aprovechar lo que está publicado... gracias. Saludos. Matías.-

Quidam dijo...

Fue una decisión un poco difícil de tomar, pero creo que en este momento era lo más conveniente. Cada video implica una cierta cantidad de trabajo y los últimos videos prácticamente no tenían audiencia, entonces no compensaba el trabajo. Seguramente va a estar un tiempo más disponible.

Laus Deo.