sábado, 7 de mayo de 2011

RELATIVISMO ÉTICO 2


Quisiéramos empezar proponiendo una breve clasificación del relativismo, siempre procurando la claridad para ayuda de la comprensión. Veamos.
Tomamos esta clasificación del excelente artículo publicado por el doctor Santiago Martínez Saez, titulado precisamente “Relativismo ético”:
-          Relativismo individualista: aquí la verdad depende de cada individuo. Es verdad lo que a cada uno le parece que es verdad; está bien lo que a cada uno le parece que está bien.
-          Relativismo antropológico: aquí la verdad viene de los seres humanos tomados en conjunto, de la especie humana, la verdad no es independiente de los seres humanos, ellos la crean. Igual el orden de la moralidad, de lo bueno y de lo malo, son cosas que el hombre crea.
-          Relativismo cultural: aquí la verdad y la moralidad de la conducta dependen de cada cultura. A este relativismo también se le ha llamado “historicismo” porque afirma que en cada momento de la historia, en cada época las diferentes culturas han tenido sus propias verdades y sus propias escalas de moralidad. Cada cultura decide que tener como verdad y que tener como bueno o como malo.
-          Relativismo sociológico: este es bastante parecido al cultural. Aquí la verdad y la moralidad dependen de cada grupo social; cada grupo social determina la verdad, el error, lo bueno, lo malo; y los individuos sólo reciben este orden de cosas y se limitan a seguirlo. Las cosas no son verdad o mentira objetivamente sino sólo porque así lo decidió la sociedad.
-          Relativismo racista: aquí todo depende de la raza. Pensemos por ejemplo en algunas teorías del nazismo sobre la superioridad de la raza aria.
-          Relativismo jurídico: también es conocido con el nombre de “iuspositivismo”. Enseña que las leyes no dependen de la moral, ni de ninguna ley superior a la que crea el estado. Es bueno lo que el estado manda en las leyes, y es malo lo que el estado prohíbe.
Dice el autor del artículo que estamos siguiendo que aunque son distintos tipos de relativismos, todos coinciden en algunas características básicas:
-          Antinaturalismo: afirmar que no existe un orden natural de las cosas, del cual dependan las leyes. Es la negación del derecho natural.
-          Antiuniversalismo: afirma que sólo existe el derecho de cada nación y que no existe ningún conjunto de leyes que obligue universalmente a todos los pueblos.
-          Relativismo ético: consiste en afirmar que la ética, la moral, el orden de lo bueno y de lo malo, no depende de la naturaleza de las cosas, sino de los individuos y más exactamente de los estados, quienes finalmente son los que terminan decidiendo que está permitido y que está prohibido.
-          Menosprecio de las personas: al no existir el orden natural; al no depender el derecho, ni la ética, ni la verdad, de la naturaleza de las cosas, sino de la voluntad de los gobiernos y de lo que ellos decidan imponer  por medio de las leyes, se cae en el absolutismo, pues ya nada se puede oponer en favor de las personas, estas quedan totalmente subordinadas a las leyes que el estado ese imponer, pues el estado no debe subordinarse a anda que no sea el mismo.
Este último aspecto del relativismo es particularmente desastroso actualmente. Los estados promulgan leyes absolutamente contrarias a la naturaleza de las cosas, y nada se puede hacer, pues se ha empezado por aceptar ese terrible principio de que por encima de los gobiernos no hay nada ni nadie. Antiguamente los estados aceptaban que por encima del ordenamiento jurídico de los pueblos estaba la ley natural, esta ley derivaba de la naturaleza de las cosas, de manera que ninguna ley tenía valor si se oponía a la naturaleza de las cosas, y todas las leyes tomaban su fuerza del hecho de estar en concordancia con el derecho natural.
Expliquemos esto con un ejemplo bastante simple pero que puede ayudar a comprender un poco esto: supongamos que una madre de familia ha adquirido un computador para el hogar. Supongamos que uno de sus hijos, el mayor, desea enseñar a su madre como usar el computador y para ello le redacta un pequeño manual de “pasos” o “normas” que su madre debe ejecutar para dar un correcto uso al aparato. Ahora bien, pregunto, ¿debe el hijo redactar esos “pasos” o “normas” según lo que a él le parezca? o ¿debe consultar el manual de funcionamiento del computador, aprender cómo funciona cada programa, y ahí si luego enseñar a su mamá? Creemos que la respuesta no es difícil. Digamos ahora que las “guías”, “pasos”, “normas”, “opciones”, “posibilidades”, que se derivan de la manera en que está construido el computador son su “derecho natural”, ¿por qué? Porque se derivan de la naturaleza del computador. ¿Qué diríamos si en lugar de guiarnos por la naturaleza misma del computador, decidiéramos hacer cualquier cosa con él? Es posible que termináramos  por dañarlo completamente.
Todas las cosas que existen tienen una naturaleza determinada, incluido el hombre, es lo que se llama naturaleza humana. Esta naturaleza de las cosas las distingue unas de otras, las hace ser lo que son y les otorga una determinada forma de comportamiento. Toda conducta que se aparte de esta naturaleza será evidentemente dañina. Y la sabiduría de las leyes consiste precisamente en ir siempre en el mismo sentido de la naturaleza, cada vez que una ley se aparte de este camino pierde su fuerza de ley y por tanto no obliga a su cumplimiento. Una ley injusta, no es ley. Una ley antinatural, no es ley. Una ley que lastima, vulnera, hiere la naturaleza humana, no es ley.
Pero ¿no se supone que íbamos a hablar del relativismo ético? Paciencia, estos temas deben ser construidos de a poco, para no dejar cabos sueltos; además nuestros ojos están hoy tan desacostumbrados a estos temas que lo prudente es encender la luz lentamente, para no dañarlos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

imposible que despues de tantas entradas no vaya uno entendiendo que es el relativismo ¡¡¡

Anónimo dijo...

iuspositivismo es lo mismo que positivismo juridico ?

Anónimo dijo...

sus comparaciones son graciosas pero uno entiende