jueves, 12 de abril de 2012

Conversaciones sobre el protestantismo (6)





¿El protestantismo es una religión?


Tal vez alguna alma sencilla se asombrará; pero voy a responder que NO. 

¿Qué es una religión? Una doctrina y un culto, que sirviendo de vínculo común, reúnen a cierto número de hombres en una creencia religiosa y en una manera uniforme de servir a Dios. Tales son, aun entre las falsas religiones, el judaísmo después de la venida de Nuestro Señor Jesucristo, el mahometismo, el budismo, etc. 

Pero como el protestantismo tiene por principio fundamental, que cada hombre es libre, tanto para creer lo que quiera en materia de religión, como para servir a Dios según le parezca, él destruye con este principio la misma idea de religión, voz que derivando del verbo latino religare, significa lazo, unión, unidad. Bien sé que los protestantes no deducen siempre las consecuencias extremas y rigorosas de este principio, especialmente cuando viven en países católicos, donde guardan, cuanto pueden, la apariencia de unión entre sus sectas. Pero en Alemania, en Suiza, en América y en donde están a sus anchas, ellos se glorían de tener tantas creencias como individuos. Entre todas las instituciones religiosas que son obras de los hombres, el protestantismo es el único que tiene este carácter inaudito, de destruir lo que constituye la esencia, no diré ya de la verdadera religión, sino de toda religión en general. Las falsas religiones, a imitación de la verdadera, tienen un cuerpo de doctrina y de culto, fuera del cual nadie les pertenece; pero lo que los predicantes del protestantismo quieren hacer pasar por una religión, no es más que una anarquía sin regla y sin freno, la cual no hace más que negar, destruir, protestar, condenándose a sí misma en el hecho de ostentar el nombre anti-religioso de protestantismo. 

"Su religión consiste en atacar la de los demás," decía Juan Jacobo Rousseau, hablando de los calvinistas de Ginebra. 

Pero dirá alguno: “Yo conozco tal o cual protestante que cree en Jesucristo y en otras verdades, de una manera que parece muy clara y precisa. A lo menos éstos tienen una religión." No, por cierto; tienen convicciones, como se dice en Inglaterra, tienen persuasiones; lo cual, a falta de otra cosa, ya es algo, pues peor sería que no tuviesen nada. Pero sépase que no es el protestantismo quien les da esas convicciones personales, esas persuasiones privadas, que ellos por otra parte pueden abandonar mañana, sin dejar de ser protestantes. Muchos ministros del protestantismo se glorían del título de protestantes, a la vez que no creen ninguno de los dogmas conservados por Lutero y por Calvino, pues se burlan de la Biblia y de la Divinidad de Jesucristo, al mismo tiempo que levantan la voz hablando de cristianismo y de puro Evangelio. 

El pastor protestante Vinet, entre otras mil palinodias de esta clase, confiesa con originalidad en una de sus obras, que el protestantismo no es una religión, sino que hace las veces de una religión. 

Es sabida la respuesta del célebre protestante e incrédulo Bayle, a un gran personaje que le interrogaba acerca de su religión, diciéndole: "Vos Sr Bayle sois protestante; pero ¿a qué secta pertenecéis? ¿Sois luterano, calvinista, zwingliano, o anabaptista?" "Nada de esto soy, replicó impudentemente aquel protestante, aunque con demasiada lógica. Yo soy protestante, es decir, que protesto contra toda especie de religión". 

El protestantismo, aun cuando pretenda otra cosa, no es ni puede ser una religión. Mucho menos es la verdadera religión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué perspicaz el señor Bayle:

El protestantismo existe porque "protesta".

Protesta contra la Iglesia de Cristo.

?No hubiera sido mejor para todos seguir la Ley de Cristo, cuyo primer y principal mandamiento es el amor?

"amaos los unos a los otros".

Pero es justamente el odio, no el amor, lo que utilizan para proselitar: el odio a la "Gran Babilonia", es decir, la Iglesia de Cristo.

Como evidentemente ellos no son la Gran Babilonia, son los puros, los perfectos, los hijos de Dios, la secta fuera de la cual no hay salvación.

!Esta es la virtud de la Humildad cristiana en su grado heroico!

Y dentro de ella, los "elegidos" por Dios, la elite de la humanidad. La aristocracia de la salvación sin esfuerzo, que hace que la pasión y muerte de Jesús no sea necesaria ni tenga sentido.

Los que leen la Biblia literalmente y no quieren ver su espíritu, como enseñaba Jesús: la idolatría del libro.

Pues ahora, ya ni siquiera se trata de doctrina.

Ahora estas sectas utilizan shows de hipnotismo, sesiones de histeria colectiva o conciertos de rock "cristiano", donde lo que importa no es alabar a Dios, sino no pensar. Fundirse con la masa de "creyentes" y tener una experiencia psicopatológica. Todo altamente manipulable.

?Era este el comportamiento de Jesús?
?Dicen eso los evangelios?
?Eso es ser "discípulo" de Cristo?