Un lector molesto por nuestra inclusión del “relativismo cultural” en la lista de relativismos, nos ha escrito indignado, acusándonos de “etnocentristas” y “dogmáticos”. En su breve mensaje expresa su convencimiento de que ninguna cultura es mejor que otra, puesto que todas son sencillamente diferentes, y nada más que eso.
Mucho nos tememos que el amable lector pertenece al inmenso número de incautos que han sido presa fácil de la propaganda oficial del relativismo. Y es que en verdad resulta muy complicado resistir a la presión actual del relativismo. Es impresionante ver cómo por todos los medios posibles se nos predica diariamente la no existencia de verdades, la relatividad de todos los valores y la inexistencia de principios.
A este fenómeno muchos lo han llamado “pensamiento único”; lo cual significa que en la actualidad, aunque se cree que estamos en una sociedad “abierta y pluralista”, la verdad es que lo que impera es la imposición total de un solo modo de pensamiento, el llamado “pensamiento único”, el cual consiste esencialmente en la negación de todos los valores que ha mantenido por siglos la cultura occidental. Existencia de la verdad, existencia de principios morales universales, existencia de la ley natural por encima de las leyes positivas humanas, etc.
Y se trata de un verdadero sistema dictatorial porque a todo aquel que se atreva a desafiar el relativismo imperante y a mantener alguna de las verdades de antaño de inmediato se le ataca de mil maneras, se le ridiculiza, se busca silenciarlo, acallar su voz, que no sea escuchado por nadie; sus libros no son recibidos por ninguna editorial, y si por suerte logra publicar algo, una de dos, o se hace un total silencio a su alrededor de manera que nadie comente su escrito ni siquiera para criticarlo, o por el contrario se le critica y se le ataca desde mil frentes.
Los partidos políticos que defienden temas morales son llamados “retrógrados”, “anticuados”, etc. Y en general todo aquel, sea individuo o institución, que se atreva a oponerse al sistema relativista dominante es “excomulgado” del sistema, expulsado de la sociedad, como se hacía antes con los enfermos de lepra. La actual lepra consiste en sostener los valores de la civilización occidental.
Una imagen bastante semejante de lo que estoy tratando de decir se puede ver en la película “V de venganza”. En esa película se muestra un pueblo totalmente dominado por unos pocos agrupados en un fuerte y tiránico partido político, que controla absolutamente todo, y que incluso determina lo que deben pensar y creer los ciudadanos.
De manera que para contestar aunque sea brevemente al amable lector me limitaré a transcribir unas pocas frases, entresacadas de un escrito que aborda precisamente el tema de los orígenes del actual multiculturalismo, conectándolo con la llamada ideología de género y con el nihilismo contemporáneo, del cual hablaremos en otra ocasión.
· La filosofía hegeliana y su rechazo a la pretensión de una validez definitiva, es extendida al análisis de los conocimientos y las actividades prácticas, de ahí que nunca nos encontremos con un estado ideal de la humanidad, ya que la historia, las civilizaciones y la cultura atraviesan fases históricas que corresponden con etapas siempre en permanente evolución y progreso continuado, y cada una de estas fases históricas acaba cediendo lugar a una fase superior.
· En este sentido el multiculturalismo es presentado a menudo como una etapa superior o cualificada del legítimo pluralismo.
· “la filosofía dialéctica borra todas las nociones de una verdad absoluta y definitiva, así como todo lo que hay de absoluto en las condiciones humanas que a ella corresponden”.
· “nuestras ideas jurídicas, filosóficas y religiosas, son un producto más o menos directo de las relaciones económicas dominantes en una sociedad determinada”.
· hallamos el germen del multiculturalismo, que al igual que el resto de las ideologías o “sub-productos ideológico-culturales”, germinó primero en el discurso intelectual para concretarse de seguido, en nuestro caso, en una peligrosa tendencia cultural, y acabar extendiéndose a la praxis totalitaria social, v.gr. educación en la homosexualidad y desconstrucción de la sociedad, especialmente de la familia, con la ideología de género.
· Ser multicultural es reconocer la igualdad de todas las civilizaciones y las diversas culturas, en particular la cultura occidental, simbiosis de la filosofía griega y del derecho romano con el cristianismo, con la cultura de las minorías étnicas; y sobre todo que no debe determinarse ninguna jerarquía ni postular la superioridad de una cultura sobre otra. Cualquier tipo de modo de vida, actitud, arte, manifestación o expresión emanada de cualquier civilización debe ser igualmente respetable, y todas las culturas poseen el mismo valor ético.
· El multicultural, la nueva “policía moral laica”, NO ADMITE PLURALIDAD DE OPINIONES FUERA DE LA “VERDAD OFICIAL” QUE SE IMPONE SEA POR COERCIÓN, POR IMPLEMENTACIÓN EDUCATIVA O POR CENSURA MEDIÁTICA. El pensamiento preponderante, en la línea marcada por la tiranía mediático-financiera servidora de otros grupos de poder fácticos, ES EL ÚNICO AL QUE SE LE CONCEDE DERECHO DE EXISTENCIA MEDIÁTICO-SOCIAL.
· RECHAZAR EL MULTICULTURALISMO SUPONE ALEJARSE DE LO “POLÍTICAMENTE CORRECTO”, CAER BAJO LOS ANATEMAS QUE EL “PENSAMIENTO ÚNICO” DESTILA FRENTE A LOS “AGRESORES DE LA LIBERTAD”, libertad siempre entendida en la línea inmanentista y permisiva.
· El unicultural sigue creyendo que en la civilización occidental encontramos la cumbre de la plasmación artística, el máximo apogeo de las letras y el pensamiento filosófico y político más depurado, además de afirmar la superioridad moral frente a las restantes civilizaciones.
· Sostiene asimismo que la cultura occidental, la verdadera que no ha renunciado a la Tradición cristiana de Occidente, es la más perfecta por ser la que mejor se corresponde a la naturaleza del hombre.
· EL MULTICULTURALISTA ES RELATIVISTA EN LO MORAL, LIBERAL EN LO POLÍTICO Y TOTALITARIO DE IDEAS, de forma que CONSIDERA QUE “SU FILOSOFÍA ES LA ÚNICA VERDADERA Y QUE LA HUMANIDAD DEBE DESDE AHORA CAMBIAR SU FILOSOFÍA DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA Y TRANSFORMAR EL MUNDO ENTERO DE ACUERDO CON LOS PRINCIPIOS HEGELIANOS”, QUE SON LOS ADOPTADOS SUSTANCIALMENTE POR LA FILOSOFÍA DEL RELATIVISMO.
· En el fondo subyace la renuncia de la razón a indagar la verdad de las cosas, de ahí que la verdad, moral, estética y lógica; el bien y la belleza, entendida como la armonía y el orden entre las partes y el todo; no tienen existencia como tal sino que dependen de la subjetividad personal, y todas las manifestaciones son igualmente respetables, con lo que entramos en que lo único válido y verdadero es lo políticamente correcto.
· PERO EL MULTICULTURALISTA DA UN PASO MÁS EN SU RELATIVISMO QUE LO ENCAMINA HACIA EL NIHILISMO ONTOLÓGICO. CORROÍDA LA NOCIÓN DE VERDAD UNIVERSAL Y PERMANENTE, DILUIDO EL YO TRASCENDENTE Y PENSANTE, PERDIDO EL SENTIDO DE LA VIDA, RECHAZADA TODA MEDIACIÓN EXTERNA, AFIRMADA LA AUTOSUFICIENCIA DE LA SOCIEDAD EN LA TÉCNICA Y EL BIENESTAR, NEGADA TODA JERARQUÍA O GRADACIÓN MORAL POLÍTICA Y CULTURAL ENTRE CIVILIZACIONES Y FORMAS DE VIDA, Y EN PARTICULAR LA SUPERIORIDAD DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL; TODO ELLO LLEVA A LA DESESPERANZA METAFÍSICA, QUE EVIDENCIA CONSIGUIENTEMENTE UN AVANCE HACIA EL NIHILISMO.
(notas extraidas de "El multiculturalismo como imposición ideológica y su ensamble con el nihiismo ontológico", escrito por Jose Martín Brocos.)
(notas extraidas de "El multiculturalismo como imposición ideológica y su ensamble con el nihiismo ontológico", escrito por Jose Martín Brocos.)
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1 comentario:
gracias por la aclaración
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