viernes, 2 de marzo de 2018

Inquisición: el mito de los miles y millones

Hace un par de semanas fui invitado a dar una conferencia sobre el origen y el desarrollo de la revolución anticristiana de los últimos siglos. Con el fin de documentarme lo mejor posible me dediqué en los días previos a reunir y revisar un grueso número de escritos sobre el tema, de diversos autores y épocas. 

Entre todo ese material reunido llamó mi atención de forma especial un historiador británico de nombre Henry Kamen, doctor en historia por la Universidad de Oxford y especialista de fama mundial en la historia de España, sobre la cual ha escrito ya varios libros y numerosos artículos.

Pues bien, resulta que este historiador, a quien no conocía, publicó en 1997 un libro llamado "Inquisición española: una revisión histórica". En dicho libro, Kamen da la cifra aproximada de ejecuciones realizadas por la inquisición española a lo largo de sus más o menos 350 años de historia, tres siglos y medio. Y resultó para mí una cifra asombrosa.

Los católicos nos hemos acostumbrado en las últimas décadas a cargar sobre nuestra espalda una especie de vergüenza colectiva por nuestro supuesto pasado represor, genocida, intolerante y criminal. Se nos ha dicho hasta el cansancio que la iglesia católica a lo largo de su historia persiguió y asesinó a millones de personas por "pensar diferente", y que la inquisición fue el arma predilecta de este baño de sangre y muerte que supuestamente la iglesia dio a la humanidad. Mil veces se nos ha dicho eso y mil veces lo hemos creído. El sentimiento de culpa y el complejo de inferioridad ha hecho que agachemos la cabeza y encajemos con resignada humildad todos los golpes que han querido darnos.

Según la versión oficial la inquisición asesinó brutalmente a miles, y según algunos, incluso a millones de personas cuyo único crimen al parecer habría sido "opinar diferente". 

Y aquí viene el señor Henry Kamen a asestar un golpe contundente contra la versión oficialmente aceptada de los hechos.

Resulta que según este doctor en historia de Oxford, la cifra de personas efectivamente ejecutadas en un lapso de tiempo de 350 años por la inquisición española, NO ESTARÍA MÁS ALLÁ DE LAS TRES MIL (3000) PERSONAS. Han leído bien, tres mil personas. No diez mil, ni veinte mil, ni trescientos mil, ni mucho menos lo millones que algunos han imaginado.

Evidentemente 3000 es un número aún grande, pero sin duda se trata de un número infinitamente menor que el que tradicionalmente ha sido puesto en circulación por los enemigos de la iglesia para atacar su historia.

Y es un número que aún se torna más significativo al lado de otros números de que disponemos actualmente. Por ejemplo:

Según cifras oficiales se contabilizan cada año alrededor de 56.000.000 de abortos en el mundo, ¡cincuenta y seis millones!

En un país como Colombia, los registros nos hablan de una cifra cercana al medio millón de abortos por año, es decir, 1260 asesinatos por aborto diariamente. 

¡Se asesina con el aborto en Colombia a más personas en un día que la inquisición española en cien años!

Otro número. Según cifras oficiales recopiladas en "El libro negro del comunismo", la ideología comunista fue responsable del asesinato de más de 100.000.000 de personas durante el siglo XX, exactamente desde 1917 hasta 1998, fecha de la publicación del libro. ¡Cien millones!

De manera que las dos grandes corrientes ideológicas de los últimos dos siglos, liberalismo y comunismo (con sus infinitas variantes), son responsables de la mayor matanza a gran escala de seres humanos jamás conocida en la historia.

Y paradójicamente, a pesar de la fuerza de los números, se sigue repitiendo la leyenda negra de una iglesia católica genocida y represora, mientras que quienes propalan estas falacias, sean del campo liberal o comunista, continúan produciendo millones de muertes año a año, y se pasean orgullosos de su ideario y de su historia.


Los católicos debemos conocer la historia para liberarnos de prejuicios injustos que han querido silenciar nuestra voz en los espacios públicos, por medio de inculcar en nosotros sentimientos de culpa y complejos de inferioridad que no responden a los datos reales de lo que ha sido nuestra historia.


Leonardo Rodríguez

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente dato, es bueno saber como defendernos de los ataques de la izquierda actual.