domingo, 31 de mayo de 2015

(13) Perlitas de filosofía

Those who hold the mistaken view of ideas as that which each individual directly apprehends—the immediate objects of which each individual is conscious—lock each of us up in the private world of his or her own subjective experience.


Aquellos que sostienen el punto de vista equivocado de que las ideas son lo que cada individuo conoce directamente, los objetos inmediatos de los cuales cada individuo es consciente, terminan por encerrarnos a cada uno de nosotros en el mundo privado de nuestra propia experiencia subjetiva.

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En el breve estudio sobre el escepticismo repetimos la idea anterior de múltiples maneras. Dicha idea inauguró en la época moderna el triunfo del idealismo, que motivó el escepticismo y engendró en nuestros días el relativismo.

Hay una gran diferencia entre afirmar que las ideas son LO QUE conocemos, o que ellas son aquello CON LO QUE, o por medio de lo cual conocemos. En el primer caso, cuando las ideas son lo que conocemos, quedamos bloqueados para conocer algo extramental, lo real objetivo. En el segundo caso, cuando las ideas son el medio con el que conocemos, se nos abren las puertas a la objetividad del conocimiento. 

¿Qué quiere decir que las ideas son el medio por el cual conocemos? explicar esto no es sencillo, tampoco imposible. Veamos una comparación, inexacta como toda comparación, pero útil al menos en parte:

Supongamos que estamos parados frente a un espejo. El espejo es el medio por el que conocemos la imagen que en él se refleja. Pero cuando miramos el espejo obviamente VEMOS el espejo como tal, su brillo y el material de que está hecho, también sus dimensiones, y de paso contemplamos nuestra imagen que se refleja en él.

En el caso de las ideas como medio de conocimiento las cosas son distintas, las ideas no son espejos cuyas características vemos y SOLO después vemos lo que ellas REPRESENTAN. ¡No! para entender lo que son las ideas imaginemos una espejo que tiene exactamente la silueta de nuestro cuerpo, de tal manera que cuando estamos frente a él NO VEMOS nada distinto de nuestro propio reflejo, solo nos vemos a nosotros mismos, no vemos el espejo como tal.

Esto que acabamos de decir con un ejemplo, los filósofos medievales lo decían de forma mucho más técnica. Ellos decían que hay signos instrumentales y signos formales. Un signo instrumental es aquello que PRIMERO conocemos en sí y LUEGO conocemos su significado, como las señales de tránsito, que primero vemos y luego interpretamos. De manera que el signo instrumental tiene en sí unas características independientes de aquello que significan, como la señal de tránsito que tiene una altura, un color, una material, etc. 

El caso de los signos formales es diferente. El signo formal es un tipo especial de signo que NO TIENE características propias, sino que todo él consiste en su significado. Traten de imaginar una señal de tránsito en la carretera que no esté hecha de ningún material, de ningún color, de ninguna altura, etc. pero que a pesar de ello sirva como señal para advertirnos de un desvío en la carretera, por ejemplo. Ese sería un signo formal, un puro signo, un signo cuyo ser consiste enteramente en su significado.

Pues bien, los medievales decían que las ideas son signos formales, signos que en sí mismos son aquello que significan y nada más, no tienen otro tipo de ser distinto a su significado.

En recientes teorías acerca del signo se suele decir que en todo signo hay significante y significado. El significante sería la cosa que porta el significado, y el significado sería aquello que el signo me dice a mí. En el caso de las señales de tránsito el significante sería la señal materialmente considerada, es decir, ese trozo de lata, metal y pintura que veo en la carretera; mientras que el significado sería el mensaje que me transmite, por ejemplo el hecho de que debo reducir la velocidad.

Pues bien, según ese modo de explicar lo que los signos son, las ideas CON LAS QUE conocemos las cosas, son signos SIN SIGNIFICANTE. Signos puros. Por eso los medievales decían que las ideas son aquello CON LO QUE conocemos, no AQUELLO QUE conocemos.

Quizá en posteriores 'Perlitas' nos sigamos ocupando de este tema que es de la mayor importancia.

(El texo inicial está tomado de "Ten philosophical mistakes" de Mortimer Adler)


Leonardo R.


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